CRIMEN DE LESA HUMANIDAD: lo de Beirut fue un misil teledirigido desde Israel

Esta fotografía es otra prueba fundamental de la orden de Benjamin Netanyahu para que se destruyera Beirut. El 27 de septiembre de 2018, ante la Asamblea General de la ONU, el primer ministro israelí, ‎Benjanim Netanyahu, mostró una foto del lugar atacado este martes 4 de agosto de 2020, designándolo ‎como un depósito de armas del Hezbollah.‎ (Foto: Red Voltaire).

Esta es la más fuerte evidencia de que el estallido fue provocado por telemisil enviado desde Israel. Un crimen atroz. (Video Twitter).

 

Se trata de un misil dotado de un componente ‎nuclear táctico cuya explosión provoca el “hongo” característico de las explosiones nucleares. ‎Por supuesto, no se trata de una “bomba atómica” en el sentido estratégico. ‎(Foto: Red Voltaire).

BEIRUT, El Líbano (Especial-Red Voltaire-Por Thierry Meyssan). Con el video encontrado en una cámara de seguridad de uno de los edificios lindantes a pocas cuadras del atentado, se pudo revelar el origen del siniestro muy claramente. Allí se ve impactar un misil, lo que provoca instantáneamente el gran hongo que vio todo el mundo.

Esto lo venía avisando el gran culpable de todo esto, el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu   —a quien le cabe este brutal crimen de lesa humanidad contra el pueblo de El Líbano y que alguna Corte Internacional debe juzgar—  en varias de sus exposiciones ante la prensa y en foros de debate de política internacional, especialmente en Europa.

Así con seguridad y prueba irrefutable, puedo asegurar que “el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó destruir un depósito de armas ‎del Hezbollah en Beirut con un arma nueva que dejó más de 300 muertos y unos ‎‎5.000 heridos en la capital libanesa, provocando además enormes daños materiales, ‎el martes 4 de agosto. Esta vez será difícil que Netanyahu pueda ocultar su ‎responsabilidad personal y la del Estado israelí”. ‎

 

El primer indicio

El 27 de septiembre de 2018, ante la Asamblea General de la ONU, el primer ministro israelí, ‎Benjanim Netanyahu, mostró una foto del lugar atacado este martes 4 de agosto de 2020, designándolo ‎como un depósito de armas del Hezbollah.‎

El “primer” primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, autorizó un ataque contra un depósito ‎de armas del Hezbollah con el uso de un arma nueva, que había sido sometida a un ensayo ‎‎7 meses antes en suelo sirio. Se ignora si el “segundo” primer ministro, Benny Gantz, fue ‎consultado antes del ataque. ‎

El ataque israelí fue realizado el martes 4 de agosto de 2020, precisamente contra un lugar que ‎Benyamin Netanyahu había designado casi 2 años antes –el 27 de septiembre de 2018–, durante ‎su discurso ante la Asamblea General de la ONU, como un depósito de armas del Hezbollah ‎‎ [1].‎

Se ignora en qué consiste la nueva arma utilizada. Pero sí se sabe que Israel ya la había sometido ‎a ensayos, desde enero de 2020, en suelo sirio (ver el video al final de este trabajo). Se trata de un misil dotado de un componente ‎nuclear táctico cuya explosión provoca el “hongo” característico de las explosiones nucleares. ‎Por supuesto, no se trata de una “bomba atómica” en el sentido estratégico. ‎

Esta arma fue puesta a prueba en suelo sirio, en una vasta llanura, y posteriormente fue utilizada ‎contra barcos iraníes en el Golfo Pérsico. En Beirut fue utilizada por primera vez en un medio ‎urbano, pero en un entorno muy particular que permitió a los operadores comprobar los efectos de la ‎onda expansiva y de la vibración provocada por la explosión tanto sobre el suelo como sobre el ‎agua. Además de arrasar el puerto de Beirut, la deflagración dejó un centenar de muertos y ‎al menos 5.000 heridos y prácticamente destruyó el sector este de la ciudad (el sector occidental ‎se vio protegido por el silo destinado al almacenamiento de grano). ‎

Inmediatamente después del ataque, Israel activó sus contactos en los medios de difusión ‎internacionales para esconder su crimen y propagar la versión de la explosión accidental de un ‎gran cargamento de fertilizante nitrogenado. Como tantas veces ha sucedido, se designan falsos ‎culpables y la maquinaria mediática internacional repite incansablemente la mentira, cuando aún ‎no se ha realizado ningún tipo de investigación. ‎

Sin embargo, las imágenes muestran que la segunda explosión produjo un “hongo” similar al de ‎una explosión atómica, imagen totalmente incompatible con la tesis de la explosión de un ‎cargamento de fertilizante nitrogenado. ‎

El “hongo” provocado por la explosión de Beirut no tiene nada que ver ‎con lo que puede verse en una explosión de tipo convencional. ‎

Siria se abstuvo de mencionar esa arma cuando fue utilizada en su territorio. Irán también prefirió ‎callar. En Líbano está sucediendo lo mismo. Los partidos políticos libaneses concluyeron un ‎acuerdo para no mencionar el asunto, en aras de no desmoralizar a la población y avalar la ‎versión de los fertilizantes que supuestamente causaron la deflagración, con lo cual ‎se responsabiliza a la dirección del puerto. Pero la mentira no ha tardado en volverse en contra ‎de los partidos políticos que la concibieron. ‎

El Tribunal de las Naciones Unidas para El Líbano, que debía dar a conocer un veredicto sobre el ‎asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, perpetrado en 2005, decidió posponerlo por ‎varios días. Hoy estamos viendo algo muy similar al atentado que costó la vida a Rafic Hariri. ‎En 2005, la explosión de un vehículo automotor sirvió para disimular el uso de un misil, verdadero ‎causante de la enorme destrucción que mató al ex primer ministro libanés. Esta vez, la primera ‎explosión que se vio en el puerto de Beirut disimuló el impacto del misil armado con la nueva arma que ‎causó la segunda y enorme deflagración. ‎

 

Cinco años después

Cinco años después del atentado que costó la vida a Rafic Hariri  –‎desgraciadamente con 5 años de retraso– pude revelar en una revista rusa cómo se realizó aquel ‎atentado mortal contra el ex primer ministro libanés [2], mientras que el Hezbollah publicaba un video que demostraba la implicación de Israel ‎en el asesinato. ‎

Es importante resaltar que en 2005 aquel asesinato fue cometido contra un ex primer ministro ‎sunnita y que ahora, en 2020, el ataque del 4 de agosto apunta no sólo contra el Hezbollah chiita ‎sino contra todo el conjunto de la resistencia libanesa. ‎

Esta vez varias embajadas recogieron muestras en el lugar de los hechos, fundamentalmente ‎de los granos almacenados en el silo situado junto al lugar de las explosiones y de los ‎filtros de aire de las ambulancias que llegaron de inmediato para prestar ayuda. Esas muestras ya ‎están siendo analizadas en diferentes países. ‎

Referencias:

[1] Mensaje de Netanyahu en la ONU el 27 de septiembre de 2018.

[2] Análisis del crimen del primer ministro libanés Rafic Hariri, en revista rusa, donde lo mataron con otro telemisil desde Israel.