EN TIEMPOS DEL FASCISMO INSTALADO: el pensamiento del filósofo y matemático Bertrand Russell es una luz en el camino de la recuperación

Bertrand Russell, filósofo, escritor y matemático británico, que fue Premio Nobel en 1950. (Foto: Redes).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). Siempre viene a la memoria de los pueblos el pensamiento del filósofo, escritor y matemático Bertrand Russell, que fue con sus palabras lúcidas un gran luchador contra el fascismo. Y ahora que lo vivimos en carne propia, el británico nos alumbra.

En estos tiempos en que el actual régimen busca producir la más grande hecatombe que haya tenido un país, sin tirar un tiro, sólo con el “rótulo dorado” de la palabra “democracia”, que en estos momentos está siendo tergiversada, en una especie de desencuentros y desentendimientos, porque prevalece el caos inducido, para que “el fascismo se instale como un don democrático”.

Y es allí que vale lo que dice la profesora Lucía Ríos Bellagamba del intelectual británico: “Fue un activista social: prestó su nombre a numerosas causas, y a lo largo de su vida, mostró su apoyo hacia el feminismo, la lucha contra el racismo y la igualdad de derechos. Apoyó el sufragio femenino en Inglaterra y derribó todo argumento en contra del matrimonio interracial.

’’Fue un pacifista: durante la Primera Guerra Mundial, llegó a estar seis meses preso por involucrarse en reclamos por la paz. Y cuando las dictaduras fascistas golpearon Europa, volvió a alzar la voz, diciendo que ‘un mundo donde el fascismo es la ideología reinante es un mundo en donde no vale la pena vivir’. Además, fue un activista político a la hora de evitar las armas nucleares en la Guerra Fría, algo que lo llevó de vuelta a la cárcel, a los 90 años”, escribió para el sitio Inediteducacion.com.

La misma Ríos Bellagamba extrae un párrafo de la última obra de Russell antes de morir –“Reflexiones de mi Octogésimo Cumpleaños”–, que pone muy claro lo que realmente quería el filósofo dejarnos: “He vivido en busca de una visión, tanto personal como social. Personal: cuidar lo que es noble, lo que es bello, lo que es amable; permitir momentos de intuición para entregar sabiduría en los tiempos más mundanos. Social: ver en la imaginación la sociedad que debe ser creada, donde los individuos crecen libremente, y donde el odio y la codicia y la envidia mueren porque no hay nada que los sustente. Estas cosas, y el mundo, con todos sus horrores, me han dado fortaleza”.

Es bueno volver a las fuentes, como Russell, que nos ayuda a prepararnos para vencer al fascismo instalado muy arteramente en nuestro país.