BUENOS AIRES (Especial-InfoBaires24-Por Nacho Campos). Gustavo Sáenz regala los recursos naturales al extractivismo con el que forja alianzas económicas al mejor estilo libertario.
La nueva postura del mandatario norteño, lejos de su pasado con Sergio Massa, ahora abraza el plan de LLA, conforme la posición de quien fuera parte del gabinete local, Flavia Royón, a cargo de Hidrocarburos de la Nación en el nuevo esquema presidido por Milei.
Aunque en recientes declaraciones a la prensa hegemónica, Sáenz se esfuerza por asegurar una supuesta neutralidad en el escenario político del país, se entiende que su postura a favor de la Ley Ómnibus obedece a la necesidad de fortalecer réditos económicos lejos de las ataduras legales relacionadas con el Gasoducto del Norte, la explotación del litio y la disposición de hidrocarburos.
Actualmente por los recursos mineros, el Gobierno provincial sólo obtiene un 3 % por parte de los privados autorizados para explotar desde oro hasta minerales raros, lo que a vistas claras es una suma irrisoria. No obstante, no es lo único que sucede en el ámbito de la Secretaría de Minería de la Provincia, ya que las habilitaciones territoriales para hacerse de las canteras auríferas, o los yacimientos de litio, se otorgan por acomodos con los contactos del propio gobierno local por sumas básicas que dejan en manos privadas miles de hectáreas de tierras fiscales. Así, en la especulación en torno de la minería está el negocio de poner «franquicias» sobre los permisos de explotación.
Los votos en el Congreso
Sáenz asegura los votos en el Congreso para que Milei avance a las facultades recibidas o delegadas, mientras los aliados económicos obtienen los permisos para incrementar las actividades extractivistas que en la actualidad acentúan los daños ambientales, resultado de la deforestación, y la sequía por el uso del agua dulce que se torna un bien escaso para el consumo humano en toda la provincia.
Sáenz apela al carisma mediático durante una entrevista con Alejandro Fantino y entre cantar y charlar, trató de disimular su temor por la continuidad de LLA sobre la obra pública. “Hay cosas de la ley que están buenas, hay que acompañarla. Es un presidente que recién llega y hay que darle los instrumentos para que pueda gobernar”, dijo Sáenz, quien fue uno de los primeros gobernadores del norte en acercarse a los funcionarios de Javier Milei.
“A mí me molestan las formas, no es a los gobernadores a quienes afecta sino a los salteños, a los tucumanos, catamarqueños y a los argentinos, en definitiva. Yo no quiero plata, quiero que hagan obras. La ley tiene que salir y hay que darle las herramientas”, insistió.
NdR: Sáenz es uno de los pocos gobernadores que viene repitiendo que “si le va bien al presidente, nos va a ir bien a todos los argentinos”. Con esa postura minimalista, donde “sólo ve el árbol, pero no el bosque”, el mandatario salteño se está convirtiendo en un enemigo de los propios salteños en general, que lo pusieron como gobernador “para que defienda los intereses de todos sus comprovincianos y no sólo de un sector”, que a estas alturas ya se sienten afectados en varios rubros como el turismo, el comercio y el transporte. Entonces, de “qué bien puede hablar Sáenz”, cuando ya existen posibilidades de que no se alcancen a cubrir los sueldos de los estatales provinciales y varias obras han comenzado a ralentizarse como el caso del Nodo Ferrovial de Torzalito, la Terminal de Güemes y el ingreso a la autopista Rotonda de Güemes a la ciudad está en pésimas condiciones de transitabilidad. Ni qué hablar de las ciudades de Orán, Tartagal y Embarcación, cuyas vías de comunicación son un desastre. Los medicamentos y provisiones en los hospitales públicos han comenzado a escasear.
¡Vamos recontrabien!
