PIENSA EN EL REGRESO: Roberto Parra, ex ganador de Gran Hermano, no está en la lona, pero la pelea diariamente

Roberto Parra, hoy con 50 años, trabaja en negocio particular con su padre y se alejó de la TV, pero quiere volver. (Foto: Crónica).

BUENOS AIRES (Especial-Crónica). Gran Hermano fue uno de los reality shows más emblemáticos de la televisión argentina. Desde que aterrizó en la pantalla de Telefé a comienzos del 2001, varios de los participantes de las diez ediciones emitidas siguieron en los medios reconvertidos en celebridades y famosos.

Silvina Luna, Cristian U(rrizaga), Pablo Heredia, Gustavo Conti, Ximena Capristo, Alejandra Martínez, Luis Fabián Galesio, o Ivana Icardi, por señalar algunos, fueron los nombres que trascendieron en popularidad y fama tras salir por las puertas de la casa como campeones o simples concursantes. Sin embargo, muchos de los ganadores de este reality show de origen neerlandés siguieron sus vidas con un perfil bajo y desapegados de las cámaras y los flashes.

Roberto Parra es un gran ejemplo de esto. El bonaerense fue el ganador de la segunda edición del programa luego de superar 120 días de convivencia con otros 11 concursantes, completamente aislado de la realidad del país y vigilado por cámaras que funcionaban las 24 horas. El premio por su victoria era $ 200.000, de los cuales sólo cobró una cuarta parte. Su destino era la fama y el éxito, pero la desfavorable coyuntura económica del 2001 impidió que ese sueño se hiciera realidad.

Casi dos décadas más tarde, el segundo campeón de Gran Hermano Argentina dialogó con la periodista Luciana Elbusto de la revista Paparazzi para rememorar los motivos que lo llevaron a participar del reality y sus días en la casa más famosa del país. En tanto, también recordó el dolor y la bronca por no haber cobrado la totalidad del dinero que había ganado con su esfuerzo y popularidad.

 

Ingreso y popularidad

Parra indicó haber entrado a GH porque “estaba pasando un momento especial” en su vida por la que no se sentía “bien anímicamente”, pero “principalmente” porque su papá se había quedado sin trabajo el año anterior.

Luego de haber superado 120 días aislado de su familia, amigos y todo lo que lo rodeaba cotidianamente, consideró que la experiencia del show que conducía por entonces Soledad Silveyra había sido “increíble”.

“Temí irme en la primera semana, pero me fui aclimatando al lugar. Era encierro de verdad, teníamos 40 minutos de agua caliente, no teníamos gimnasio ni lavarropas. Los chicos después tuvieron otros lujos. Jamás pensé que iba a ganar, jamás”, afirmó el bonaerense, y siguió: “A mis amigos los jodía porque sabía que iba a quedar nominado la primera vez y les pedía que me voten para que no me vaya. El destino hizo que la gente y el juego se vayan dando de esa manera, y que yo vaya quedando. Pegué muy buena afinidad con la mayoría de las personas en el juego y los que no teníamos onda se fueron yendo”, apuntó Roberto, quien había entrado a la casa motivado por el triunfo de Marcelo Corazza, el ganador de la primera temporada.

Pero Parra no tuvo tiempo de disfrutar los laureles de su victoria. Entró a la casa el 4 de agosto de 2001 y salió el 1 de diciembre, en pleno estallido social, político y económico. “Me pasó lo mismo que a Diego Plotino, que ganó El Bar 2: nos agarró el corralito de Cavallo, la devaluación y todo”, expresó al borde las lágrimas.

Y profundizó: “Gané 200 mil pesos, que cobraba a los dos meses. Con De la Rúa se fue todo al tacho. La devaluación me mató”, disparó. Después de hacer unas apariciones televisivas por el verano marplatense en la temporada del 2002, regresó y se encontró con un angustiante panorama: “Terminé cobrando menos de 50 mil dólares. Me costó sacarla del corralito. A Solita Silveyra y a Marcelo Corazza les pasó lo mismo, toda la plata les quedó adentro del banco por confiar. Fue un horror”, apuntó.

A sus 50 años, el ganador de la segunda edición de Gran Hermano mantiene un perfil completamente alejado de los medios y disfruta de una alegre vida familiar. Estudió periodismo deportivo, pero se alejó “para trabajar” con su padre.
 En su cuenta de Instagram tiene menos 2 mil seguidores, pero no deja de destacar en su biografía el título de campeón que obtuvo del reality hace ya dos décadas. Tampoco tiene pudor en mostrarse como un hincha total de Independiente y fanático de Ricardo Bochini.

Así todo, reconoció que le gustaría retomar su relación con las cámaras de televisión y la farándula como hizo Gustavo Conti.A mí me gustan los medios porque siempre me tiraron buena onda. Me reconocieron. Podría haber hecho una buena carrera desde GH, pero bueh… Hay cosas que uno no maneja”, opinó. En tanto, Roberto indicó que su proyecto más reciente constaba en armar “una productora para representar a varios artistas”.

Angie Arbesu, ex productora de Show Match, y ex novia de Parra, hoy sigue en la TV pero es productora de Warner Channel, canal de EE.UU. Dicen que sigue sola. (Foto: RMagazine).

Por último, la revista detalló que el ganador mantuvo varias relaciones amorosas con sus ex compañeras de Gran Hermano, aunque evitó realizar comentarios específicos. “¿Para qué? Todos hicimos una vida después y no quiero joder a nadie. ¿Novias del medio? No, sólo salí un tiempo con Angie, la chica que era secretaria de (Marcelo) Tinelli. Una hermosa y muy buena chica. Salimos en Paparazzi y todo… Hace un tiempo comimos con Silvina Luna y la Negra Capristo y nos sacamos fotos. Tenemos buena onda y un grupo de whatsapp de Gran Hermano. Por suerte seguimos teniendo buena onda”, concluyó.