BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Desde el Chino Ventura de TN, hasta la Tortuga Ninja Majul y todo el espectro de desorbitados periodistas “independientes”, apenas se enteraron que “avión venezolano proveniente de Irán había aterrizado en Ezeiza”, salieron a tejer todo tipo de historias cercanas a las de Julio Verne, por el alto grado de fabulación.
Luego de las investigaciones judiciales del juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, a cargo de la denuncia montada por la oposición, donde “no se logró detectar irregularidades, ya que sólo de trata de un avión de origen iraní adquirido por una empresa venezolana y que en viaje desde Irán y entrenamiento tuvo que abastecerse de combustible en el país –cosa que no le permitieron–, razón por la cual se abrió un canal de investigación”.
Mientras tanto, desde las embajadas de los países involucrados, se hizo saber que “todo el mundo sabe, más por el reciente viaje del presidente Nicolás Maduro a Irán, donde se firmaron importantes acuerdos de cooperación comercial y social, para ayudar a salir del ahogo financiero al que está siendo sometida Venezuela por el embargo y boicot de EE.UU., porque Venezuela no le deja manejar sus recursos soberanos, es que Irán es un importante intermediario para que Venezuela pueda adquirir bienes y servicios en el exterior. No hay nada de trabajo terrorista o intercambio de armas como pretenden adosarnos miembros de algunas fuerzas políticas argentinas”, dijeron.
Desde diario Ámbito se dijo que “la prensa local señaló que el avión pertenece a la empresa venezolana Emtrasur y que fue comprado en febrero a la iraní Mahan Air, investigada en Estados Unidos por supuestos nexos con fuerzas militares de Teherán.
’’La aeronave había aterrizado el lunes 6 en la ciudad de Córdoba (centro del país), por precaución a raíz de la niebla en la capital argentina y luego voló hasta Ezeiza”.
