BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). Ya nuestro compañero de trabajo, Servando Sanmartín, había adelantado con el título “PLAN MACABRO: ¿Cómo pudimos llegar a esto?” [1] la descripción del candidato Javier Milei: de su poca preparación intelectual y síquica.
Y en el debate de anoche quedó plenamente en evidencia lo descripto por Sanmartín: Sergio Massa, con una velocidad de razonamiento estupenda, sobre la marcha pudo desentrañar uno a uno los puntos oscuros de un Milei que según algunas de nuestras fuentes había entrado en un estado de sicosis en el hotel que utilizó de bunker para el debate. Donde comentaron que rompió parte del mobiliario, porque la Cámara Nacional Electoral (CNE) había rechazado “su presentación pidiendo amparo judicial para que se le deje leer en varios pasajes a Milei algunas de las repuestas, porque le cuesta esbozar palabra cuando está nervioso”, dijeron. Como le respondieron que “no”, esa fue una de las razones de su bronca contra el mobiliario del hotel.
Pero existe una fotografía que circuló en medio del debate, donde luego de haber hablado sobre “economía” –el terreno donde dicen que Milei está mejor preparado— y donde fue vapuleado intelectualmente por el candidato Massa, donde se lo ve “medicándose” en una forma clara y contundente. Lo que demuestra que se “tiene que empastillar” para evitar sus crisis nerviosas.
A la larga vi que Milei es solamente el fruto del “canibalismo destructor del Peronismo”, que lo levantó desde el suelo para ensimismarlo mediante el marketing, cuando en realidad es “un personaje de cartón y de historieta cómica”. El mismo Servando Sanmartín dijo en su artículo de ayer: “Donde un ‘iluminado’ pretende imponer verdades carentes de todo sentido de realidad y sentido común, mientras nos desgañitamos en las redes, en los bares, en los pasillos de nuestros trabajos o en las reuniones familiares discutir cosas intrascendentes y sin valor, donde la política de fuste con basamentos en nuestra Historia, en nuestra legislación, no puede defenderse de este brutal ataque”.
A lo que luego agregó: “Eso lo debemos decir con claridad y contundencia: existe un plan macabro contra la Argentina, que viene sucediendo desde la caída del Peronismo en 1955, bajo la sangre de argentinos de a pie que jamás imaginaron que cipayos al servicio de la corona inglesa y del Departamento de Estado de EE.UU. –con el agregado ahora de Wall Street y sus dueños, los fondos buitres–, los hayan masacrado en ese mediodía de junio de ese año en los alrededores de la Casa Rosada y Plaza de Mayo”. Luego insiste: “Como les falló el Plan A, sacaron a relucir el Plan B. La idea, hacer desaparecer al Peronismo: hoy lo fortalecieron”.
Yo agrego, ya que no lo hizo mi colega: “El Plan A era que ganara Patricia Bullrich y segundo fuera Javier Milei; para de esa forma sacarse al Peronismo para siempre. Y el segundo, era que Bullrich perdiera, y Juntos por el Cambio se colocara detrás de Milei”. De todas las maneras posibles, se vio que la estrategia de EE.UU. y sus amanuenses falló de cabo a rabo. Y el resultado más claro y directo es lo que se vio anoche en el debate presidencial.
Los puntos más contundentes
Un dato de color, pero que refleja la endeblez síquica del candidato Milei es la gestualidad observada: se mordía los labios repetidamente y sus ojos se cruzaban cuando escuchaba manifestar algo que le desagradaba o no era de su pensamiento.
Para Gabriel Tuñez, de Télam, la parte importante estuvo en: “Massa sorprendió a Milei con una fórmula de pregunta-respuesta que cerraba con un ‘por sí o no’.
’’El ministro-candidato desplegó ese recurso en los primeros minutos y lo utilizó para preguntarle al libertario si estaba dispuesto a poner en práctica en un eventual Gobierno algunas de sus propuestas más polémicas, las que fue exponiendo a lo largo de la campaña”.
Esa interpelación cambió los planes de Milei, quien por tramos se mostró dubitativo frente a las consultas puntuales de Massa, a quien en varias ocasiones trató de “mentiroso”.
Ante eso, el candidato de UxP le recomendó a su rival que no se pusiera “agresivo” ni cayera “en la chicana berreta que te contagiaron tus nuevos socios (por el PRO) y hoy te abandonaron”, como observó en alusión a la ausencia de dirigentes de Juntos por el Cambio (JxC) en la Facultad de Derecho de la UBA, sede del debate.
Un punto que quedó expuesto Milei es cuando se supo que “fue echado del trabajo en el Banco Central porque no había sobrepasado el sicotécnico”. A lo que luego surgió de parte de Massa, que “por qué no avisas que los dos libros que ‘escribiste’ sobre economía fueron plagiados”.
Massa lo llevó al terreno que más le convenía, donde Milei quedó expuesto sobre lo que va hacer con respecto al Banco Central (por eso su bronca contra el BCRA porque fue echado), la dolarización y la quita de derechos de los trabajadores. Massa le dijo: “Lo que estás diciendo Javier es que vas a quitar las indemnizaciones a los trabajadores, mientras que yo voy a crear dos millones de puestos de trabajo con inversiones del Estado en apoyo o en sociedad con el capital privado”.
Y así desandó el candidato Milei el debate, sin proponer algo nuevo de todo lo que ya había repetido hasta el cansancio en los sets de televisión amigos y en las redes sociales. Allí saltó su poca empatía con las mujeres, cuando minimizó que “por igual trabajo la mujer debe recibir igual remuneración que el hombre”, que dijo Massa. Lo mismo sucedió cuando saltó el tema Malvinas, donde se nota que no sabe de Historia, y menos de la historia reciente, cuando reivindicó a Margaret Tatcher, quien fue la ordenó el hundimiento del buque Gral. Belgrano, donde perdieron la vida más de 300 compatriotas. Quiso explicar, de mala manera, que lo que pasa con la fallecida dirigente inglesa es que “como cuando Argentina perdió con ‘Alemania’ (Holanda) y odiás a Cryf que te hizo los 4 goles”.
En el programa Duro de Domar, de C5N, uno de los panelistas acertó cuando dijo que “para mí el debate me dejó la sensación que siendo yo Milei, lo votaría a Massa”, que es la descripción más cabal de lo que sucedió anoche en el debate televisivo, que transmitió la TV Pública para todo el país.
Referencia:
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