ROSARIO, Santa Fe (Especial para EL SOL ABC). Ayer dio nota el nuevo jefe de la Policía de la Provincia, el comisario inspector Natalio Marciani, a la radio 2, donde sembró más dudas que certezas y demostró que “pocas ganas existe en la policía para que se termine el delito”. Por lo menos esa es la sensación, que le queda al ciudadano de a pie.
El portal Rosario3 también se hizo eco del reportaje brindado por Marciani, diciendo que “habló de los desafíos de una institución muy golpeada, de los recursos siempre escasos, de la necesidad de coordinación con los otros Poderes y organismos del Estado, de la mutación del crimen, y de la sábana corta frente a delincuentes que se reemplazan apenas son detenidos”.
A lo que luego agregó el mismo medio de noticias: “Ha cambiado mucho la forma de delinquir, hay dos, tres generaciones que se han criado dentro de la delincuencia, donde el papá, la mamá, el abuelo han sido o son delincuentes. Se criaron en ese contexto y se nos hace muy difícil (combatirlos) porque ya es un sistema cultural, un círculo muy cerrado. No conocen otra cosa que la delincuencia”. Estas palabras textuales del nuevo jefe policial santafesino denotan pocas luces como ganas de combatir el delito, cuando antes de proponer nuevas ideas como planes, habla que “es casi imposible combatir el delito porque hay muchas generaciones dentro del delito”. Es algo que deja al ciudadano santafesino, pero principalmente al rosarino con más miedo y desazón.
Si bien es cierto que también expresó, en la misma entrevista, que “la única forma de contrarrestar (la inseguridad) es entre todos, sin egos, sin ningún tipo de malestar, con un simple objetivo, pero tenemos que estar todos involucrados”, observó sobre la necesidad de coordinación y compromiso de los distintos niveles y agencias del Estado.
“Este es un trabajo de todos. Si no actuamos mancomunadamente, estamos complicados”, dijo Marciani. También es cierto que la Policía de Santa Fe está involucrada en una serie de delitos que tienen ligazón con la trata, la prostitución, el juego clandestino y también el narcotráfico, donde varios policías fueron detenidos como parte de organizaciones, o como “facilitadores”, porque “dejan zonas liberadas para la delincuencia, por la que cobran miles de pesos mensuales”. Esa es una de las verdaderas razones “por la cual no se puede erradicar la delincuencia en toda la provincia. Es más fácil y hasta rentable estar fuera de la ley”, expresó un investigador retirado a este cronista.
