OTRO PROYECTO POLÍTICO EN CIERNES: Máximo Kirchner sabía de antemano la “forma de negociación” de Martín Guzmán y su equipo con el FMI, por lo que su renuncia y denuncia las tendría que haber hecho el año pasado

Maximo Kirchner enredado en su propio laberinto. Dicen que se "abrió para formar su propio espacio político". (Foto: Urgente24).

BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Aunque dijo Máximo Kirchner, ex presidente del bloque de diputados del Frente de Todos y líder de la agrupación La Cámpora, que el año pasado, en ocasión de la cena de fin de año en la residencia presidencial de Olivos, planteé mis diferencias con la forma y los resultados que se venían obteniendo”, expresa más o menos en la carta de renuncia presentada ayer a los medios de prensa.

Lo que nos parece raro, así lo sentimos y expresamos desde EL SOL ABC, es que haya esperado tanto tiempo para plantear sus diferencias con la manera en que se estaba negociando con el Fondo. Porque abrir el paraguas luego de la lluvia, nos parece poco atinado y desmerece todo el potencial político de una persona que teníamos como uno de los referentes fuertes del espacio”.

Anoche en el programa de Pablo Dugan, de C5N, el diputado Leopoldo Moreau esclareció un poco de lo que se trataba el desacuerdo y a lo que en alguna parte adhirió: “El planteo nace y desde allí opinamos en ese sentido varios dirigentes del Frente de Todos, entre los que me incluyo, es que toda negociación debe tener cierto grado de fortaleza y más reciedumbre a la hora de negociar. Muchos habíamos planteado pararnos, antes de conversar, en decirles que no íbamos hacer ningún pago en dólares, hasta no alcanzar un acuerdo. Acá se pagó durante dos años casi 3.000 millones de dólares y eso dejó muy debilitado a nuestro Banco Central. Pero bueno, lo hecho, hecho está y hay que mirar para adelante para que al Gobierno le vaya bien y que el camino elegido haya sido el correcto y los equivocados seamos nosotros”.

Desde nuestro punto de vista, para toda negociación  —esos son los riesgos que cada uno debe correr— hay que estipular varios “caminos de alternancia”. Desde el equipo de Martín Guzmán se privilegió “el diálogo y el entendimiento” y no “en pararse en métodos de rigidez”. Porque uno debe entender que desde un comienzo “el FMI no tenía que cometer los mismos ‘errores’ que cometió cuando negoció con Néstor Kirchner, al cual dejaron que ‘acumule reservas’ con las cuales luego les ‘dio el golpe de gracia’ “. Por eso creemos que la negociación nació de una posición de dureza de parte del FMI, cuya estrategia ‘era no permitir que el Gobierno nacional acumulara reservas en el Banco Central’ y por ello, no le dieron margen a Guzmán y su equipo para que “intentara mínimamente buscar el camino de no pagar nada”. Y allí estriba lo lenta y tediosa que fue la negociación, porque además los buitres locales y los dirigentes de Juntos por el Cambio en cada viaje que iban a EE.UU. les interesaba hacer lobby en contra.

Desde diferentes espacios ligados al Frente de Todos, sabemos, hay mucha bronca por la forma y el tiempo perdido por los máximos referentes de La Cámpora, en plantarse en disidencia por el acuerdo alcanzado. Muchos piensan que La Cámpora tiene su propio proyecto político. Otros, que Máximo salió a destiempo y en forma destemplada a plantear su punto de vista.

Primeramente, Cristina Kirchner no salió a expresar nada todavía. Moreau dijo anoche que “Máximo me dijo que ella no está de acuerdo con mi renuncia”. Pero todo se irá decantando con el correr de las horas, mientras el Presidente se prepara para lo que todos esperan “sea un viaje crucial para sus aspiraciones de reelección”.