NANQUE EN LA MIRA: otro trabajo y ahora con reconocimiento especial

El Alma que se eleva para mirarlo todo. (Foto: Barcelona Alternativa).

 

La sublime voz de Nahuel Pennisi. (YouTube).

 

SALTA (Especial-EL SOL ABC). Desde la Redacción Salta de EL SOL ABC nos complace otra vez publicar otro trabajo de Nanque, a lo que agregamos el reconocimiento del sitio El Lobo y Luvi, Poemas y Frases, que desde Perú da cabida a todas las expresiones literarias del continente y del mundo entero, en español por supuesto.

En esta ocasión, Nanque se expresa partiendo desde un lugar único, que es su cosmos interno y se planta con la mirada de su alma, que no por inquieta tiene un mensaje subliminal como toda la prosa poética que expresa el creador de todo este viaje.

El reconocimiento a Nanque desde Perú. (Foto: Facebook).

CUANDO MIRAMOS DESDE AFUERA NUESTRO CUERPO YACIENTE

Por NANQUE, El Eterno Viajante (September-II-MMXX)

 

Las nubes pasan dejando sombras sobre el gentío.

Un auto brama desde su bocina.

Una semilla de una copa de un yuchán viaja sola intermitentemente.

La madre regaña al hijo que tiene los cordones de sus zapatos sueltos.

En la vereda los azahares juegan en estampida entre las hojas y el piso.

Los aromas de una comida humeante escapan hasta las narices  de quien pasa.

A lo lejos desde un ventanal sale la voz de Nahuel Pennisi acostumbrando a todos con su talento.

En la sombra de despedida del invierno enfermo la brisa que mueve la rama.

Todo es pesadumbre, todo es desaliento, mientras los niños juegan.

Mis hijos desconsolados agarran mi cuerpo una y otra vez, como queriendo detenerme en el tiempo.

Desde la insonoridad del espacio lego miro la inmensidad, que me ha convertido en gotas de lluvia, en el vuelo de un pájaro libre, en las cosas de valor que perdí por entretenerme en otras sin valor, en los libros que no leí y en las manos que no besé. Los veo a todos y siento paz en mi corazón blanco de aire puro. Voy solo en el camino de la Transformación Eterna, para ser vertiente para otras bocas, otros respiros, para que otros sueños amanezcan llenos de vitalidad, para que la rueda no se detenga nunca. Ahora sí siento la perfección de Dios.