TODA UNA AVENTURA: la historia del Cuarteto Imperial, contada por su creador Helí Toro Álvarez

Captura de la entrevista a Helí Toro Álvarez en la ciudad de Quimbaya, Calda, Colombia, por Leo Pareja. (Foto: Video de YouTube).

Extenso reportaje de Leo Pareja al creador del Cuarteto Imperial. Una historia rica en anécdotas, de cómo llegó a la cúspide de la música tropical en el mundo hace un año. (YouTube).

 

QUIMBAYA, Colombia (Especial para EL SOL ABC-Por Luis Mendoza *). Tan interesante aventura, casi a lo Che Guevara, pero con otro sentido. El de buscar nuevos horizontes, el de buscar la “gema salvavidas”, así salió de su Colombia natal el cantante, compositor, profesor de música Helí Toro Álvarez, que al revés del líder político y militante argentino, enfiló un día sus valijas y sueños para el sur.

Pero antes cuenta que él que en Quimbaya (provincia de Caldas) trabajó de profesor de música, tuvo un pequeño bar-peña, que los colombianos llaman “grill”, y allí formó un primer grupo musical 10 años antes que forme el famoso Cuarteto Imperial, ante se llamó “Helí Toro Álvarez y el Trío Imperial” antes, pero mucho antes que eso había probado con el Trío Santa Cecilia  —“En honor a la Patrona de la Música”—  que hacía boleros, corridos y música folclórica del interior de Colombia.

Ya en 1961, nace en esta ciudad del centro oeste colombiano, el famoso Cuarteto Imperial a moción de un productor bogotano, cuando fue a grabar un tema para la RCA Víctor de Colombia. Helí cuenta en la entrevista: “Me dijo que mejor sería un solo nombre y que tendría más impacto. Allí nació el Cuarteto Imperial”.

Mapa para localizar los pueblos y provincias colombianos donde se dio origen a la hermosa historia del Cuarteto Imperial. (Foto: Pintirest).

Un mundo lleno de sueños

Me he puesto en el trabajo de escribir este artículo, ya que es parte de mis años de niño cuando en las fiestas de fin de año y los cumpleaños o cualquier festejo familiar salía a relucir la cumbia, como “música alegre y para bailar”. Y mis padres, que fueron muy bullangueros y felices, no perdían oportunidad para “hacernos escuchar al Cuarteto Imperial o a Los Wawancó”. Y así un día con esto de la tecnología de me doy con extensa entrevista que le hizo el periodista colombiano Leo Pareja, para su programa Viva la Radio, en la ciudad que lo tiene como figura principal y es uno de los artífices de “aquella epopeya musical, que fue hacer conocer la música colombiana por todo el mundo”, en especial por todo Latinoamérica y EE.UU., don Helí Toro Álvarez, que hoy cuenta con 86 bien vividos años.

De tantas epopeyas vivimos los hombres, que es muy bueno recordar, mediante este video difundido por YouTube, que hacen que historias tan particulares y tan dignas no se olviden y vuelvan a poner acento sobre algo que jamás debe perderse, que es que “a pesar de todos los adelantos de la ciencia y de la tecnología, la verdadera esencia del hombre sigue imperecedera y es parte del combustible para seguir tras de nuestras utopías, de nuestros sueños, de nuestras esperanzas”. Eso nunca morirá.

Una parte rica de la historia

Uno de los hechos más trascendentes, que fue como un nuevo descubrimiento, es la llegada a la ciudad de La Paz (Bolivia), en esa larga gira que fue de exploración y conquista, donde Helí cuenta que “llegamos para actuar en radio Altiplano y el teatro México. Nos costó mucho al principio, que por la altura nos costaba cantar porque nos faltaba el aire. Bueno, allí grabamos dos discos para el sello Lauro. Luego recorrimos las principales ciudades como Santa Cruz, Cochabamba y la ciudad de Trinidad. Bueno allí me enamoré de una hermosa chica, a quien luego dediqué el tema ‘Hortensia’. También allí creamos Río Mamoré y Trinidad, que fueron luego grandes éxitos. No de Bolivia tengo muy buenos recuerdos y es un pueblo muy cariñoso y agradecido. Tanto que me recuerdan como creador del ahora considerado un himno ‘Bolivia va al mar’, por el que recibí reconocimiento. Y me preguntaban por allí, ‘cómo escribió con tanto sentimiento esa bella canción usted que no es boliviano’. Y bueno, era porque allí encontré el amor. Se llamaba precisamente Hortensia y no se dio porque ‘en esa época trabajábamos mucho, pero el dinero que ganábamos era casi sin valor. Había billetes de 1 millón de pesos. Recuerdo que cuando tuvimos que viajar a la Argentina, el embajador colombiano en La Paz nos tuvo que prestar 500 dólares y así viajamos a la Argentina, con muchos pesares económicos. Para colmo al ingresar a la Argentina, nos robaron todo lo que teníamos. Bueno, llegamos a la Argentina gracias a la solidaridad de la gente, que nos daba la comida. Así llegamos a la Argentina, casi en septiembre de 1963, donde nos esperaba un productor musical que antes nos había contactado en radio Altiplano de La Paz. Nos llevó a un hotel sobre avenida 9 de Julio, para bañarnos y cambiarnos, ya que a las dos horas debíamos presentarnos en una radio. Había que comenzar a trabajar en serio. Esa es una parte de la historia, y es allí que se abre nuestra fortuna. Porque Argentina ya era un país mucho más ordenado que los demás y donde SADAIC trabaja cuidando a los autores e intérpretes. Ese fue nuestro despegue, que nos llevó a que nos radicáramos en la Argentina”.

Una historia de penas y alegrías, pero que tiene el condimento de que el hombre soñador de Colombia logró sus metas, pese a los problemas. Vendió casi 30 millones de larga duración y es autor de más de mil temas. Vive semi retirado en su Colombia natal y son sus hijos los que continúan con el legado.

 

(*) Director de EL SOL ABC. Fue corresponsal en Bolivia de The Miami Herald. Editor de varios medios de prensa, también creador y guionista de programas de radio.