II PARTE DEL PROYECTO SALTA SUSTENTABLE: lo que la ciudad necesita a pesar de la pandemia

Salta necesita una restructuración total como ciudad hacia el futuro, para que no colapsen sus servicios de provisión de agua, cloacas, luz y gas. Existe un crecimiento desordenado del ejido urbano. (Foto: PSS).

SALTA (Especial-EL SOL ABC). La semana pasada publicamos la primera parte del Proyecto Salta Sustentable, realizado por la gestión municipal del ex intendente Miguel Ángel Isa entre 2014 y 2015, bajo los auspicios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la proyección de la ciudad en los próximos 100 años.

Por la importancia del mismo y porque los ciudadanos tengamos alternativas para debatir en cuanto a la sustentabilidad de la ciudad de Salta, que en los próximos cien años sobrepasará cómodamente el millón de habitantes, es necesario tener las repuestas necesarias para una comunidad que necesita seguir progresando.

El mismo, es el siguiente:

PRINCIPALES DESAFIOS DE SOSTENIBILIDAD

Los conceptos vertidos en párrafos precedentes contextualizan los principales desafíos de sostenibilidad encontrados durante la etapa de diagnóstico. La aplicación de la metodología ICES en la ciudad requirió el relevamiento y análisis de 144 indicadores de desempeño de la ciudad en 26 temas o áreas de acción, que fueron agrupados en 3 dimensiones de sostenibilidad: ambiental, urbano-social, y fiscal y de gobierno. Los indicadores fueron utilizados en el desarrollo de reuniones sectoriales de discusión con la participación de los especialistas del Banco y distintos actores públicos y privados involucrados en el desarrollo de cada temática, que permitieron el análisis de otros aspectos relevantes no reflejados por estos. También se utilizó como insumo un estudio de base encargado por el Banco a la firma GeoAdaptive: análisis y prospectiva del crecimiento de la huella urbana teniendo en cuenta limitantes naturales. Como resultado de las mesas de discusión sectoriales, 3 temas quedaron clasificados en rojo (situación crítica), 19 en amarillo (oportunidad de mejora) y 4 en verde (buen desempeño).

En la dimensión de sostenibilidad ambiental se identifican claros desafíos sectoriales que enfrenta la ciudad de cara a su desarrollo. El Ciclo del Agua presenta dificultades asociadas con la gestión del recurso, el consumo excesivo, la falta de sistemas de drenaje y la carencia de una planificación y gestión integral de cuenca, que afectan la vulnerabilidad de la ciudad a los eventos climáticos.

El servicio de agua potable cuenta con adecuados niveles de cobertura y calidad, con 93,7 % de cobertura y 97,3 % de muestras con cumplimiento de las normas nacionales de potabilidad. Sin embargo, la ciudad no cuenta con macromedición para controlar el servicio, la micromedición es escasa, las fuentes no están diversificadas, un 40 % de derivadas de la deficiente cobertura del sistema de drenaje (65 %), la antigüedad de su red y los bajos niveles de permeabilidad, que impiden responder adecuadamente a las precipitaciones, provocando el desbordamiento de los ríos (principalmente Arias y Arenales) e inundaciones, con las consecuentes pérdidas materiales, sociales y ambientales para la ciudad y sus habitantes. Mientras que el 35 % de la población sufrió inundaciones en sus barrios por lluvias durante el último año, el 18,4 % de los hogares son afectados con eventos de 5 años de recurrencia. Asimismo, el asentamiento de barrios en la planicie de inundación del río Arenales, enfrentados a la amenaza continua de las inundaciones, ha incrementado la vulnerabilidad de la ciudad.

En cuanto al desarrollo urbano-social sostenible, los principales desafíos son: el crecimiento metropolitano con patrones de desarrollo poco sostenibles intra e inter-municipal; la necesidad de mayores instrumentos de gestión y planificación metropolitanos, estratégicos e integrales; la escasa disponibilidad y distribución inequitativa de espacios verdes y recreativos (además, 57 % opina que los espacios públicos de su barrio son insuficientes); la marginalidad tanto en zonas consolidadas (ej: zona sudeste) como de expansión; y los déficits en calidad y cobertura educativas, especialmente en poblaciones más vulnerables.

Gran parte de los temas analizados en el diagnóstico sectorial guarda una estrecha relación con el territorio en que ésta se encuentra. El análisis territorial histórico y prospectivo realizado, teniendo en cuenta limitantes naturales al desarrollo urbano, identificó como principal amenaza a la sostenibilidad un patrón de crecimiento con un doble fenómeno de dispersión y desintegración del tejido urbano, que conlleva a una paulatina fragmentación y degradación del núcleo urbano consolidado. Así, las presiones sobre las infraestructuras y los servicios urbanos llevarán a una situación de insostenibilidad en un escenario tendencial de crecimiento, donde los Municipios no actúen coordinadamente para la gestión del desarrollo de la mancha urbana.

No obstante, el AMS cuenta con los fundamentos normativos e institucionales necesarios para catalizar una planificación territorial eficiente e inteligente, especialmente con la actualización reciente en Salta Capital del Plan Integral de Desarrollo Urbano Ambiental (PIDUA), las actividades del Programa de Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior (DAMI) y la existencia de la Autoridad Metropolitana de Transporte. Asimismo, los siete municipios restantes del AMS se encuentran actualizando sus propios PIDUAs.

Uno de los principales desafíos de la ciudad es el déficit de vivienda. La ciudad presenta déficits tanto cuantitativos (12,70 %) como cualitativos (22,8 %). El porcentaje de viviendas informales se estima en un alto 13,7 %. El problema de la falta de vivienda en la ciudad ha sido abordado por las autoridades nacionales y provinciales con la construcción de viviendas sociales destinadas a personas de clase baja-media. No obstante, las cifras de crecimiento de la poblacional superan los planes de vivienda de las autoridades. Se requieren nuevos instrumentos creativos de financiamiento y gestión en el sector, y un mayor acompañamiento del desarrollo inteligente de la mancha urbana.

La sostenibilidad del transporte y la movilidad en el AMS presenta grandes desafíos, debidos principalmente al aumento sostenido de los niveles de motorización, la baja calidad de las infraestructuras para transporte público (solo 0,7 km de carriles exclusivos) y transporte no motorizado (la ciudad no es amigable para el transporte en bicicleta o a pie), la falta de un Plan de Movilidad y la proliferación de zonas residenciales que carecen de fuentes empleos y servicios en la periferia de la ciudad. Estos indicadores alertan sobre un aumento futuro en tasas de accidentabilidad y mayores niveles de congestión, especialmente en el eje norte-sur. De continuarse las tendencias actuales, se observará mayor uso de vehículos privados, en detrimento del uso del transporte público, que perderá progresivamente su competitividad a medida que las distancias y los niveles de congestión aumenten.

La consolidación de este modelo espacial tendencial también impactará negativamente en el desarrollo de las principales actividades productivas, principalmente por la presión sobre las infraestructuras de transporte y logística, que limitarían el potencial regional del AMS como un nodo productivo. La informalidad del mercado laboral en Salta (45,1 %) es otro desafío de sostenibilidad, especialmente en población joven y zonas vulnerables. La población joven menor a los 24 años representa más del 50 % de la población salteña. Además, el 16,3 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años del Gran Salta no estudian, no trabajan ni buscan trabajo. Esta situación se asocia con múltiples factores que los alejan del mercado laboral y del sistema educativo.

Dos de esos factores fueron determinados como desafíos prioritarios en el área de educación: bajos niveles de finalización de la escuela secundaria, y falta de desarrollo de habilidades para el trabajo (formación joven). Además, el índice de matriculación de la población de 3 a 5 años de edad es apenas del 50 % y las pruebas de desempeño educativas arrojan resultados que pueden ser mejorados. Todos los déficits encontrados en el sector de educación son mucho más marcados en los sectores vulnerables.

Gran parte de los temas analizados en el diagnóstico sectorial guarda una estrecha relación con el territorio en que ésta se encuentra. El análisis territorial histórico y prospectivo realizado, teniendo en cuenta limitantes naturales al desarrollo urbano, identificó como principal amenaza a la sostenibilidad un patrón de crecimiento con un doble fenómeno de dispersión y desintegración del tejido urbano, que conlleva a una paulatina fragmentación y degradación del núcleo urbano consolidado. Así, las presiones sobre las infraestructuras y los servicios urbanos llevarán a una situación de insostenibilidad en un escenario tendencial de crecimiento, donde los Municipios no actúen coordinadamente para la gestión del desarrollo de la mancha urbana.

No obstante, el AMS cuenta con los fundamentos normativos e institucionales necesarios para catalizar una planificación territorial eficiente e inteligente, especialmente con la actualización reciente en Salta Capital del Plan Integral de Desarrollo Urbano Ambiental (PIDUA), las actividades del Programa de Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior (DAMI) y la existencia de la Autoridad Metropolitana de Transporte. Asimismo, los siete municipios restantes del AMS se encuentran actualizando sus propios PIDUAs.

(Continuará…).

Cuando la ciudad de Salta sobrepase el millón de habitantes, a la Municipalidad con cualquier gestión le será difícil sobrellevar semejante carga. Necesita una urgente descentralización, con la creación de comunas. (Foto: PSS).