ESPAÑA: critican un beso robado por la emoción, pero no critican el escandaloso apoyo a una guerra en Ucrania que ya ha producido miles de muertes y millones de desplazados; mucho cinismo de una sociedad enferma

Emocionadísimo Rubiales abraza y besa a Jenni Hermoso, tras lo salieron a criticar primeramente los cínicos. (Foto: Diez).

MADRID, España (Especial para EL SOL ABC-Por Johana Fonseca Da Graca). Hoy titulares de los medios deportivos españoles y de otros cholulos de otras partes del mundo salieron a manifestarse “asqueados por la actitud irreverente y provocativa” del beso del presidente de la Federación de Fútbol Femenino, Luis Rubiales, a la jugadora Nº 10 Jenni Hermoso, durante la premiación del Mundial femenino jugado en Nueva Zelanda.

Desde que fue “irreverente” y “además sin su consentimiento” y otras tantas burradas, que, por supuesto muchos no lo hubieran hecho, pero hay casos donde la emoción del momento hace que hagamos lo impensado como subirnos a la cresta de un edificio o raparnos el pelo, o ponernos un tatoo en el culo, o tomarnos sin parar un galón de cerveza. Y, por supuesto, sin medir las consecuencias. Pero no, los españoles a la hora de opinar no miden las consecuencias, ya que ese acto hermoso del beso robado está plagado de envidia, mala leche y mucho cinismo.

Digo y repito cinismo a la enésima potencia, porque se ve claramente que Rubiales en ningún momento ha querido “violar” a la jugadora, sino que premiarse o premiar, por la emoción, con un beso en la boca a la Hermoso, que bien se lo merecía porque había jugado como su apellido.

Mientras los mismos ministros del Gobierno español salieron, como putijas desencantadas, a darle con un palo al pelado Rubiales, que además tuvo el gesto de pedir las disculpas del caso, porque dice “me excedí y la felicidad del momento hizo que se me disparara darle un beso a una hermosa mujer que había dado todo por el triunfo de nuestro Seleccionado. Entonces, pido disculpas, nunca estuvo en mi pensamiento cometer el más mínimo daño a la jugadora de la Selección de España”. Pero claro, Rubiales te entendemos, los ubicados y no cínicos.

Ah, claro, pero lo que sí es un escándalo mayúsculo es que España siga apoyando una guerra que ha matado a miles de ucranianos y rusos, sólo porque lo pide la OTAN, Wall Street o la UE. Pero de ello nadie habla, nadie se subleva. Todo está bien, pero el beso de Rubiales, ah el “beso de Rubiales ha hecho mucho daño mental a los cínicos que se persignan todos los días, pero apoyan las guerras”.

A ver si recuperamos un poco la cordura, nosotros los terrícolas.