EE.UU. TUVO QUE HUIR DE AFGANISTÁN: es el otro Vietnam que ocultan los medios a su disposición

Miles de soldados norteamericanos son engañados por la profusa publicidad del Pentágono y sus medios satélites. No hay ningún país de la Tierra que pueda ser vencido. Lo que tiene que hacer EE.UU. e Israel es "vencer" la ignorancia de sus pueblos. Esta fotografía es del Hércules que transportó a los primeros 500 hombres a la guerra contra los talibanes en Afganistán. Primero, ellos mismos, habían derribado las Torres Gemelas en Nueva York, hecho ideal para tener la excusa del ataque al talibán. Hoy se fueron sin haber logrado nada. El talibán está más fuerte que nunca. (Foto: AFP).

KABUL, Afganistán (Especial para EL SOL ABC-Por Frederic Zeitune Al-rhamed). Lo que menos esperaba EE.UU., especialmente el Pentágono, más luego del poderoso despliegue de los ejércitos de Rusia y China, durante los ejercicios conjuntos, es que la farsa montada por los ‘ingenieros en fabricación de guerras’ del Pentágono hayan caído en la cuenta, que todo lo que proyectaron se les rompió en mil pedazos y les hicieron perder tiempo”, cuando los ‘nuevos dueños del mundo’ demuestran que EE.UU. y sus aliados, que son los que forman la OTAN, por estar inmiscuidos en “peleas barriales”, se olvidaron de los gigantes asiáticos y ven que han perdido un tiempo valioso. Para colmo con las manos vacías y con un gran mensaje de los pueblos del mundo a EE.UU. e Israel: “No podrán jamás vencer la voluntad soberana de un pueblo que cuida su suelo y su familia”.

Por ello, es bueno tener en cuenta las palabras del corresponsal del diario español ABC, Javier Ansorena, que escribe en su columna de hoy, bajo el título “Retorno a Saigón”, dice muy claramente: “ ‘Vosotros tenéis todos los relojes, pero nosotros tenemos todo el tiempo’. En un telegrama secreto de febrero de 2006 al que ha tenido acceso The Washington Post, el entonces embajador en Afganistán, Ronald Neumann, compartía con sus superiores la advertencia de un líder talibán. El aviso se ha convertido en sentencia. Las agujas de los relojes han dado vueltas otros quince años y sólo han hecho más fuertes a los talibanes: su resistencia y la debilidad del Gobierno de Kabul han agotado a la primera potencia militar del mundo. El de Afganistán se ha convertido no sólo en el conflicto militar más largo de la historia de EE.UU., son veinte años de una guerra que desde hace demasiados días y noches ha dejado más muertes, más pobreza, más miseria”, dice en su columna el español.

A lo que agrego, que esta forma de diseñar conflictos a lo largo del mundo por el Pentágono, ha puesto al pueblo estadounidense esclavo de su ruina y de su aislamiento, cuando los países van a la nueva era de fraternización y mayor solidaridad para enfrentar “nuevos enemigos que son la degradación ambiental de la Tierra y las pandemias, y la misma pobreza”. Y en ello, unos cuantos “terroristas del destino de cada ciudadano estadounidense”, son los que manejan las llaves de un Pentágono obsoleto y monstruo que se va auto degradándose y comiéndose”.

Ya los pueblos del mundo han comenzado a odiar a los estadunidenses y los israelíes, más a los sionistas, que “no llevan paz y amor, sino todo lo contrario: odio y guerra”. Y eso es lo que se ve hoy en Afganistán, con el pueblo talibán a las puertas de Kabul para imponer la cultura propia de Afganistán.