DOHA, Qatar (Especial para EL SOL ABC-Por W. Panzeri). Como lo anticipara en artículo anterior [1], la Selección jugó como los dioses del Olimpo y con un Diego Armando Messi, como lo llamara el periodista con mayúsculas Cherquis Bialo en Buenos Aires, superlativo y superior, a pesar de sus pequeñas dolencias y esfuerzo.
El planteo de entrega y anticipo, más el ingreso al área rival dominando el juego con gambeta e inteligencia dio sus frutos, luego de casi 25 minutos donde la Selección croata impuso su juego de toque rápido y preciso, donde Modrich volvió a ser el pivote.
Sólo que enfrente se hallaba “escalonado” un medio campo y una defensa, donde todos jugaron por arriba de los 7 puntos y donde el Dibu daba una seguridad inconmensurable. Un gran “clásico” de jugadores de nivel superior, donde el juego y la estrategia se comenzó a ver una vez que Messi, Fernández, Mc Allister y con un De Paul más metido y preciso, recuperaron la pelota. Allí nadie vislumbró el juego que iría a proponer la ‘Scaloneta’: que los puntas, tanto Tagliafico (que jugó el partido de su vida) como Molina fueran los ‘delanteros sorpresa’. Y así llegó el segundo gol del ‘Chango de Caluchín’ (Julián Álvarez), tras ser ‘cortinado’ precisamente por el Flaco Molina, lo que permitió que la defensa croata se abriera y el ahora jugador del Manchester City ingresara en base de esfuerzo y valentía hasta frente del estupendo arquero Dominik Likacovic y se la mandara con toque sutil por un costado del guardameta que nada tuvo que hacer.
El primero, nace en un saque del Dibu, que en el medio lo toma Enzo y haciendo dos trancos mete un fenomenal pase por entre medio de los centrales croatas, que pescados adelantados, que permitió que Julián ingresara solo y Likacovic no tuviera más remedio que tirarle todo el cuerpo para voltearlo dentro del área. Y este punto y aparte que hago al comentar el primer gol (luego de haber comentado el segundo anteriormente) en esta parte de la nota tiene que ver, que fue el momento cumbre de la estrategia del equipo técnico comandado por Lionel Scaloni: porque a partir de allí la base del equipo croata sintió la sorpresa que le planteó el equipo nacional en cuanto juego y donde Messi, también supo que Likacovic era uno de los mejores ‘penalistas’, por lo que tiró el penal con alma y vida, fuerte y al ángulo, donde no llega ni el Hombre Araña ni Superman.
Y así comenzaron a funcionar bien todos. Lo que dejaron sin argumentos para un segundo tiempo muy bueno en todo sentido, porque Croacia quemó todos sus cartuchos, pero chocó contra una pared y donde el Dibu se hacía el Señor de los Aires, tras los centros llovidos o los córners de los rivales.
Y en el minuto 69, la Argentina le dio su estocada final a Croacia, con tremenda jugada que nace casi en medio campo sobre el costado derecho del campo que le correspondía en ataque a la Scaloneta. Allí se la llevó ante dos defensores. Hizo un bordado sobre el césped sobre la punta derecha y como un ‘ratoncito’ pudo eludir y entrar bordeando la línea, para tocarla para Julián, que la cruzó ante la estirada de Lucakovic.
Y el concierto no paró, fue música y alegría en las tribunas donde la Selección fue local otra vez. Me contaron que los pasajes hacia Doha están agotados en Buenos Aires: dicen que en la final juega el futuro campeón del mundo.
El resto lo saben ustedes.
Las formaciones
Argentina: Dibu Martínez; Molina, Romero, Otamendi, Tagliafico; Paredes, De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Messi y Julián Álvarez.
Croacia: Dominik Livakovic; Josip Juranovic, Dejan Lovren, Josko Gvardiol, Borna Sosa; Luka Modric, Marcelo Brozovic, Mateo Kovacic; Bruno Petkovic o Mario Pasalic, Ivan Perisic y Andrej Kramaric.
Referencia:
[1]
LA CLAVE CONTRA LOS GRANDOTES: entrarles a puro dribling y tiros desde fuera del área
LA CLAVE CONTRA LOS GRANDOTES: entrarles a puro dribling y tiros desde fuera del área
