LA CLAVE CONTRA LOS GRANDOTES: entrarles a puro dribling y tiros desde fuera del área

Una de las claves va a ser que Enzo Fernández ingrese gambeteando al área rival, como con México, porque eso no lo esperaba nadie. (Foto: Mediotiempo).

DOHA, Qatar (Especial para EL SOL ABC-Por W. Panzeri). Los seleccionados que quedaron para las etapas finales de este Mundial –por lo menos Francia, Croacia y Marruecos— dominaron y basaron su juego en el aéreo, pases largos desde la defensa, centro para que alguno de sus delanteros cabeceadores le pusieran la cabeza.

Son pocos, tal vez el único más peligroso es Francia, que tiene en Dembelé, Griezmann y Mbbapé un trío que tiene gambeta y potencia para contragolpear o para entrar gambeteando. Allí es clave contra Croacia, que los defensores se les adelanten a los fornidos delanteros croatas y toquen rápidamente para el ingreso de Di María, Lautaro Martínez, Enzo Fernández o el mismo Messi, que tienen que jugársela para que les cometan penal o foul fuera del área, para que la zurda de Leo dibuje la mejor comba para batir al buen arquero croata. O sea que Messi tiene que jugar parado como nueve-nueve en el centro del área croata y no tratando de llevar juego desde mitad de cancha para adelante. Donde además de cansarse, permite el equipo rival se reacomode. Este puesto, es estratégico, porque estando Messi, así esté parado, hace que los carrileros croatas no se manden, por lo que es más fácil controlar el juego de los grandotes, que son abastecidos por el interminable Modric. Allí está la otra clave.

Cada uno de los habilidosos argentinos deben permitirse la finta o el caño dentro del área rival, porque con pelota parada serán más las oportunidades del Seleccionado. O también, la participación directa de los defensores, a los cuales no les imponen marca, porque creen que nunca se desengancharán porque no se juega con relevos, es que se lancen gambeteando, como fue el caso de Nahuel Molina, cuando abrió el tanteador contra los Países Bajos. Eso fue sorpresivo, como también el fenomenal pase de Messi, descuidando a los grandotes holandeses, con el cruzado, que le llegó servida a Molina.

Para ello, es bueno que los seleccionados tomen confianza y utilicen la mejor herramienta que Dios nos ha dado, que es la picardía y la gambeta para adelante y allí en el área, donde más los sienten los lungos te cometen foul o penal.

El resto, que la fortuna juegue también un poquitín para la Argentina, que además de lidiar con los malos arbitrajes tiene que lidiar con algunas lesiones.