DE QUÉ NOS SIRVE EL 25 DE MAYO, SI NO CONFRONTAMOS

El 25 de Mayo de 1810 no es un hecho menor: es un legado. (Foto: diario Sirio-Libanés.

El primer hito de nuestra Independencia estuvo en las mentes sagaces de hombres como Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Juan José Castelli y otros, a la que le sumaron buena dosis de valentía, decisión y entereza para asumir los grandes riesgos que sabían que provendrían de esa casta cómoda y confortable que abrevaba desde la llegada de los primeros conquistadores y pioneros extranjeros hasta ese entonces en la Pampa Húmeda bonaerense.

El 25 de Mayo de 1810 es un legado indubitable y poderoso que debe calar hondo en nuestro ADN como nación como país, como República, al que llegamos no por fruto de la casualidad sino por el esmero y prodigalidad de millones de hombres que singularizan ese acto constitutivo de una Patria libre, justa y soberana.

Nosotros, los que hoy nos toca, desde nuestros hábitats, desde nuestros puestos de trabajo, desde nuestro orgullo de sentirnos argentinos, desde ese lugar a los que permanentemente nos llama y exige ese legado de los Hombres de Mayo, que fue la piedra basal de lo que es hoy la República Argentina, seguimos teniendo la oportunidad de mostrar nuestras cualidades de herederos leales y reales de ellos, para enfrascarnos en esa confrontación que les permitió a esos Próceres lograr y mostrar al mundo lo que querían para las generaciones que se siguen gestando.

La Gesta de Mayo, no es sólo un hecho histórico. Es un legado grandioso que no debemos dejar de lado, pese a las presiones de los enemigos de la Patria. Hoy a los poderes establecidos no les interesan nuestras tradiciones ni nuestra cultura, para ello utilizan los discursos de los tecnócratas que buscan la dominación bajo palabras tramposas como “inversiones”, “acuerdos generales”, “déficits o superávits”, “riesgo país”, cuando hay millones de personas que hacen milagros para subsistir. Entonces, no nos dejemos engañar.