BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). La causa inventada por Gerardo Morales para sacarla de la escena política de la provincia de Jujuy a Milagro Sala nació a finales de 2016, cuando el arco mundial de Derechos Humanos presionaba al régimen local por la libertad de la líder política y social, que entre gallos y medianoche, fue puesta en prisión un 14 de enero de 2016, a un mes y días de haber asumido el más terrible dictadorcillo provincial, cuya meta principal era poner en prisión y sacarle todas las herramientas políticas y materiales para luego defenestrarla “como la más grande chorra de Jujuy”, la que en 12 años de kirchnerismo hizo la “mejor obra social para los pobres de Jujuy”, que hasta diarios prestigiosos del mundo como Der Spiegel, The Washington Post, Le Figaró, se animaron a “descubrir e informar sobre el excelente desempeño” de la diminuta mujer.
Y en el plan pergeñado entre Morales y la entonces presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Clara Falcone de Langhe (una catamarqueña denunciada como apropiadora de hijos en la Dictadura militar), a la que sumó muy abiertamente el yerno de ésta, el juez Gastón Mercau, entablaron la causa por 29 millones de pesos, que el Gobierno nacional de Cristina Kirchner había girado para obras de las cooperativas sociales que el Ministerio de Obras Públicas de la Nación autorizaba para la provincia de Jujuy. Esta causa se la llamó “Pibes villeros”. Y sobre esta causa ayer la Corte Suprema de Injusticia de la Nación confirmó el fallo del Tribunal Penal Nº 1 de Jujuy, que en primera instancia había condenado a Sala a la pena de 13 años de prisión.
Las incongruencias de la causa armada
Resulta que Morales utilizó a los mismos militantes y líderes de la Tupac, que anteriormente habían rodeado a Milagro Sala, “para mediante prebendas y premios pudieran acusar a la líder tupaquera de malversación y desvíos de fondos”.
Pero lo más incongruente de este caso, es que “en la línea de manejo de fondos nacionales para obras en las cooperativas estaban las municipalidades, que hacían el control de ejecución como pago de los certificados de obras, donde los secretarios de Obras Públicas eran los encargados de fiscalizar el cumplimiento de la realización de las respectivas obras públicas”.
Así en un artículo de febrero de 2017, la periodista Verónica Valdez, de la Izquierda Diario, decía: “Sala está imputada en esta causa impulsada por el gobernador Gerardo Morales como ‘jefa de la asociación ilícita’. Junto a la dirigente hay 31 personas involucradas, cooperativistas y ex funcionarios provinciales y municipales. Curiosamente junto con la elevación a juicio, Mercau sobreseyó a ex funcionarios radicales de la Municipalidad de San Salvador, así como a ex funcionarios fellneristas, involucrados directamente con el control de estas cooperativas”.
Pero Valdez también abundaba en ese momento sobre que “la causa obedece al supuesto desvío de 29 millones de pesos que el gobierno nacional asignó a las cooperativas de la Red de Organizaciones Sociales para la construcción de viviendas. A pesar de que la defensa presentó ante el magistrado documentación que muestra que dichos fondos fueron utilizados para pagar los sueldos de octubre y noviembre de 2015 a cooperativistas”.

Desde EL SOL ABC fuimos testigos de toda la documentación en regla que tenía la organización social Tupac Amaru y de cómo cuidaba con mucho esmero que todo se hiciera respetando el pago de tributos provinciales y nacionales al día.
Todo lo que presentó la defensa de Milagro Sala, en muchas partes fue desestimado por el Tribunal, porque ya existía de antemano la aviesa intención de condenarla a pesar de la voluminosa prueba sobre el destino de cada uno de los pesos del monto total de 29 millones pesos. (Caso parecido a la causa Vialidad con la que se sentenció sin prueba alguna a Cristina Kirchner).
Pero lo más ridículo
Lo más ridículo de este sonado caso, es que luego de la sentencia de la Corte al servicio de Clarín, los pasos dados por el Poder Judicial muestran la anomalía en que se encuentra incurso el máximo tribunal de Justicia del país, que justamente este fallo se da luego, casualmente, de la sentencia contra la Vicepresidenta de la Nación, en un claro direccionamiento del Poder Judicial corrupto de la Argentina que quiere destruir al Peronismo.

Por ello, ayer salieron a chicanear —porque no tienen la más pálida idea del contenido de la causa- diputados como el radical macrista Mario Negri que dijo en su cuenta en Twitter: “Mario Raúl Negri @marioraulnegri. Siempre dije que un preso por corrupción no es un preso político. Hoy la Corte Suprema de la Nación dejó firme la condena a 13 años de prisión a Milagro Sala, jefa de una organización ilicita que saqueó y sembró el miedo en Jujuy. Este es fin de la corrupción kirchnerista”. [1]
Pero lo bueno, es que sobre la marcha le contestó una persona bajo el nick “Senegalés Ahmed Dahlbergsson”: Senegalés Ahmed Dahlbergsson @DevastadorK. En respuesta a
@marioraulnegri
Ilícito fue el juicio a Milagro. Ahora que vos hables de corrupción habiendo pasado por la gobernación de Angeloz sin decir ni una palabra, es muy fuerte. Que el apellido Maders te siga hasta tus últimas horas”.
Referencia:
[1]