TRES RESPONSABLES: el problema de la falta de agua en Salta capital, se agudiza por la falta de previsión y el gran desarrollo inmobiliario sin control

Rompiendo todo el marco estético que hacía única como ciudad a Salta, la misma se está llenando de moles de cemento para crear "nuevos prisioneros" sedientos de agua. Los vecinos denuncian que los edificios torres "chupan" todo el agua que falta mediante las bombas. Hay una total falta de control y también poca agua. (Foto: EL SOL ABC).

SALTA (Especial para EL SOL ABC-Por Ana Argañaraz). La ciudad de Salta viene funcionando con un sistema de distribución de agua obsoleto y poco sustentable desde hace más de 100 años. Claro, que hace cien años la ciudad no tenía la población que tiene ahora ni tampoco la fuerte presión inmobiliaria que sufre.

Entonces, el problema no lo creó la gente ni tampoco sus soluciones, sino que fueron los distintos gobiernos que en su área de programación y desarrollo urbanísticos no tuvieron personal capacitado para alertar sobre lo que va iba a suceder en el transcurso de estos últimos cien años.

Y todo nace a partir del boom turístico que tiene Salta hace unos 25 años. Con la fuerte impronta publicitaria “haciendo conocer las bondades de la provincia ‘más linda y chura’ y que además tiene cultura propia con sus poetas y escritores, y su folclore ancestral”. Y eso, además de turistas, trajo nuevos habitantes que vienen atraídos porque Salta es una provincia con mucho potencial económico, además de tener frondosos cerros con una vegetación yungueña que los hace únicos y un medio ambiente todavía no tan contaminado como las ciudades de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, etc.

Entonces, hoy la ciudad de Salta, por ejemplo, ronda casi el millón de habitantes, cuando en la década de los 60’ la misma no sobrepasaba las 150 mil personas. Y su sistema de distribución de agua no ha cambiado mucho: sólo algunas aperturas de nuevos pozos, por parte de la empresa que fue AGAS y luego se convirtió en Aguas del Norte SE para el interior de la provincia y en Aguas de Salta SE para esta capital.

Y hoy se puede decir que son pocas las zonas de la ciudad de Salta que no tienen problemas de la falta de suministro del líquido elemento. Y ello se debe a la falta de previsión de los gobiernos de turno, donde la prioridad la ponen en otros aspectos que más tienen que ver con lo comercial y financiero, que, con el cuidado del medio ambiente y la provisión de agua, que por estos últimos años ha comenzado a agudizarse por distintos factores. Los mismos son: falta de previsión administrativa de los gobiernos, cambio climático y fuerte presión inmobiliaria sobre la ciudad.

 

Los tres responsables

Los principales responsables son el Gobierno provincial, el gobierno municipal y una empresa que no cumple su rol de administración responsable y adecuada para solucionar los problemas del usuario salteño.

El Gobierno provincial, porque en su rol de gestor de las macro políticas para todo el territorio provincial, tendría que haber previsto el aumento casi exponencial de los habitantes de la ciudad capital. Por ende, tendría que haber previsto que a la ciudad le hace falta una obra de gran infraestructura, que solucione directamente la provisión de agua a por lo menos el 50 % de los habitantes actuales. Y esa obra viene dada por la construcción de una gran planta potabilizadora en el norte de la ciudad, que a su vez se dé en un gran dique que contenga las aguas de los ríos San Lorenzo, Lesser y Wierna, para desde allí acumular el líquido elemento en tiempo de las crecientes.

Semejante edificio torre en pleno centro de la ciudad de Salta, sobre calle Belgrano. No sólo consume más agua sino que además más corriente eléctrica. Hay que parar la construcción de estas moles que no aportan nada al paisaje salteño. Mientras tanto, los concejales que son los que tienen que controlar, siguen durmiendo sus grandiosas siestas. (Foto: EL SOL ABC).

El segundo responsable es la Municipalidad de Salta que con su apertura indiscriminada de edificios torres en la parte norte de la ciudad, está convirtiendo a la urbe en una mole de cemento sin ninguna proporción con la identidad edilicia y la vistosidad de la que siempre fue su característica principal. Pero, además, quitándole al habitante genuino salteño la posibilidad de acceder al agua porque las bombas de los edificios torres “chupan” toda el agua y así se comienza a perder presión para la provisión de otras zonas de la ciudad. Entonces, desde la Municipalidad se nota poca calidad de gestión en este aspecto y ya muchos ven como muy mala la administración de la actual intendenta Bettina Romero.

El tercer responsable, es la empresa Aguas de Salta, cuyo cuerpo gerencial y administrativo, fueron designados por el Gobierno provincial, pero sólo están para “ganar muy buenos sueldos”, pero de allí a “presentar un gran proyecto sustentable en el tiempo para dotar a la ciudad de nuevas fuentes de alimentación, como de sugerir de hacer una revisión general de las cañerías  —por donde hay muchas pérdidas de agua— para cambiarlas y evitar los escapes del fluido alimenticio nada se ha visto hasta ahora”. Sólo declaraciones en el sentido en que “se están ocupando del tema” y nada más. Desde diferentes sectores nos llegan cartas dando a conocer la problemática del agua, que cada año que pasa si no se toma el toro por las astas, este problema de la falta de provisión de agua se llevará puestos a los gobiernos de ahora y a los del futuro.