SALTA (Especial-EL SOL ABC). La conocida comerciante, del rubro joyería, Adriana del Valle Vergara, de 63 años y con más de 35 años en el domicilio comercial de la Ituzaingó y Caseros, se pegó un tiro en la cabeza con una pistola de 9 mm, marca Bersa, en la mañana de ayer, informó la Policía de Salta.
Distintas versiones se tejieron en un primer momento, sobre lo que realmente había ocurrido en el negocio de pleno centro de esta ciudad, cuando el mismo esposo de la fallecida indicaba que “no sé nada, sólo que fui al negocio a trabajar, luego de ella, y la encuentro tirada, toda ensangrentada y con un cuadro horroroso”.
De acuerdo a las primeras investigaciones policiales, el lugar se hallaba en perfecto estado, no se encontraron pistas de robo o de ingreso de algún extraño ni había faltante de dinero en la caja del negocio. Lo que permite inferir a los investigadores que se trató de un suicidio preliminarmente y que todavía el fiscal penal debe ordenar la revisión de las cámaras de seguridad del negocio, tanto del interior como del exterior.
Pero desde el entorno familiar surgieron algunas dudas sobre cómo se venía desenvolviendo el esposo de la víctima, que “al parecer tenía una amante o habría comenzado a convivir con otra mujer”, lo que se habría enterado Adriana del Valle y por “ello habría tomado tan drástica decisión de suicidarse”, dejaron deslizar.
Mientras, que El Tribuno dijo al respecto: “Trascendió que el relato del esposo de la víctima indicó que cuando él regresó al local encontró a su mujer sin vida, a raíz de una herida por arma de fuego. Todo lo demás está en manos de la investigación, de las cámaras internas del lujoso local y de las exteriores, que seguramente captaron cuando el esposo salió y cuando el mismo regresó minutos más tarde. Hubo vecinos que escucharon la detonación y sus declaraciones y horarios serán claves, dijo una fuente consultada”.
