PRÓXIMO PRESIDENTE DE BRASIL: Lula da Silva se casó a los 76 años por tercera vez

Lula feliz, Janja feliz. Ayer se casaron con todos los papeles. (Foto: AP).

SAN PABLO, Brasil (Especial- Rally WC.net). El ex presidente brasileño Lula da Silva, de 76 años y dos veces viudo, líder de la carrera presidencial de octubre, se casó ayer miércoles en São Paulo por tercera vez, esta vez con la socióloga Rosangela Silva, de 55 años, Janja, con quien ya vivía. El ex dirigente sindical no escatimó en gastos y realizó la ceremonia en uno de los espacios más sofisticados de la ciudad, Villa Bisutti.

Los novios hicieron todo lo posible para mantener la ceremonia en secreto, tanto que el lugar, descubierto por la prensa, ni siquiera se mencionaba en la invitación y sólo se reveló poco antes a través de un código QR, pero se han revelado algunos detalles. A diferencia de Lula, que prefirió una ceremonia más íntima, 220 personas fueron invitadas a la fiesta en el elegante barrio de Vila Olímpia, que había cerrado la calle del buffet y tenía a su disposición 11 islas con platos de diferentes orígenes, desde la cocina árabe hasta las suculentas carnes, ensaladas y postres, todo regado con bebidas de alta gama, incluidos vinos especiales importados de Argentina y España que el candidato presidencial pagó por separado, mientras artistas famosos se presentaban en un escenario suspendido.

 

Invitados

La lista de invitados tampoco fue revelada, pero informes tras bambalinas revelaron que políticos como la ex presidenta Dilma Rousseff, presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann y Fernando Haddad, ex alcalde de São Paulo y candidato a gobernador del Estado en las elecciones de octubre, estuvieron en la lista, además de varios diputados, senadores y ex ministros del gabinete. Entre los artistas figuraron en la lista de invitados Gilberto Gil, Daniela Mercury y Chico Buarque de Hollanda, pero este último advirtió que no podía asistir.

Tratando de mantener el mayor sigilo posible sobre lo que ocurre en el interior, se colocó una barrera de rejas frente a Villa Bisutti y una multitud de agentes de seguridad del espacio, el propio Lula y agentes de la policía rodearon el inmueble. A todos los empleados y seguridad de Villa Bisutti se les prohibió el uso de teléfonos celulares esa noche, y en la invitación a la fiesta se instruyó a los propios invitados a no traer dicho equipo o, al menos, no utilizarlo.