BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). El oficialismo consiguió asestarle una fuerte derrota al mundo contradictorio de JxC, cuando no hace mucho tiempo atrás salían por todos los canales de televisión pregonando que “estamos hartos que el Estado nos asfixie con tantos impuestos”.
Ayer que tenían esa oportunidad, de quedar bien con una muy buena parte de los trabajadores, especialmente de los de sueldos medios, que con el paso dado por Diputados “es muy posible que se consiga eliminar para siempre este impuesto al trabajo, luego que dictamine el Senado de la Nación”.
Algunos analistas ya opinan que los gruesos errores que está cometiendo Patricia Bullrich, como la visita al barrio Emerenciano Sena, en Resistencia (Chaco), donde “fue a provocar a los vecinos”, luego las declaraciones en contra del apoyo a la “eliminación del Impuesto a las Ganancias”, a lo que se suma lo que hoy publica Página 12 sobre un posteo en contra de la Vicepresidenta de la Nación, tildado de “mala leche y con un doble sentido lleno de odio”, están demostrando que Juntos por el Cambio ha comenzado a hacer ‘agua por todos lados’. Y que ya es un sector político que “se opone por oponerse” y que no tiene un proyecto real y concreto sobre lo que “desea para el país todo, no sólo para los partidarios de Juntos por el Cambio”.
El odio, su eje central
Por el posteo contra Cristina Kirchner, Página 12 publicó: “Es así que el diario porteño dice que ‘El oficialismo cruzó a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, que celebró con una desagradable frase la decisión del Poder Judicial de reabrir las causas en las que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner había sido sobreseída: ‘Un tiro para el lado de la justicia’, escribió Bullrich en la red social X. ‘La que sigue pidiendo que salgan los tiros’, replicó La Cámpora. ‘Hacete cargo de Milman’, lanzó al recordarle que nunca repudió el intento de asesinato a CFK y que siempre esquivó el rol nunca aclarado en el atentado de quien fuera su mano derecha en el ministerio de Seguridad y su jefe de su campaña presidencial”.
“¿Lo del tiro ya es una obsesión para vos y tu grupo no?”, le respondió la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau. El jefe de la bancada del Frente de Todos en la Cámara baja, Germán Martínez, también salió al cruce: la tildó de “violenta y antidemocrática”. Y también la cruzó el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien, de paso, criticó las resoluciones emitidas por la Cámara de Casación el lunes pasado son “una decisión política, de campaña”. “No sé si el Poder Judicial necesita contratar un consultor o lo hace de oficio”, ironizó.
Bullrich festejó la decisión de Casación que reabrió las causas de Hotesur-Los Sauces y la del Memorándum con Irán –en las que CFK ya había sido sobreseída–. La ex ministra y candidata lo celebró con el mismo tono bélico de su eslogan de campaña: “Terminar con el kirchnerismo”. “Un tiro para el lado de la justicia”, dijo. “Como siempre lo dije –agregó–, vicepresidenta Fernández de Kirchner, la Justicia la persigue porque se la llevaron toda y porque quiso darles impunidad a los asesinos de la AMIA. Ahora es momento de que pague”, escribió en X, antes Twitter.
La referencia al “tiro” no es gratuita. Bullrich nunca condenó el intento de magnicidio y el papel de Gerardo Milman, diputado de JxC, aún está por dilucidarse judicialmente. Un asesor de un diputado oficialista lo denunció por una frase le escuchó decir a dos mujeres durante una conversación en el Bar Casablanca –en la esquina del Palacio Legislativo– días previos al intento de magnicidio. “Cuando la maten yo voy a estar camino a la Costa”, expresó. El día del atentado, Milman estaba en Pinamar. Una pista que la jueza María Eugenia Capuchetti menospreció. Además, semanas antes, el diputado presentó un pedido de informes para saber el detalle de la custodia de la vicepresidenta con una frase que pareció un vaticinio del ataque: “No vaya a ser que algún vanguardista iluminado pretenda favorecer el clima de violencia que se está armando, con un falso ataque a la figura de Cristina Kirchner, para victimizarse”. Desde entonces pasaron cosas. Declararon las dos mujeres que estaban con él, su secretaria Carolina Gómez Mónaco y su asesora Ivana Bohdziewicz. Bohdziewicz terminó diciendo que un experto en informática borró la memoria de su celular, el de Gómez Mónaco y el de Milman en la sede de la fundación que dirige la propia Bullrich, describe Página 12 de dónde le sale automáticamente la palabra “tiro” a Patricia Bullrich.
Derrota cantada
Mientras que anoche en inmediaciones del Congreso de la Nación, distintas agrupaciones de trabajadores festejaron la aprobación de la media sanción por Diputados de la eliminación del Impuesto a las Ganancias. Esta situación hartamente esperada por los trabajadores por años, viene a cumplirse, en pleno proceso de recuperación del país y cuando es fuertemente atacado por “los fondos buitres, corporaciones extranjeras y los cipayos locales, donde Juntos por el Cambio es el brazo político de tales enemigos de la Patria”.
Lo mismo planteó la agencia Télam, que informó que “la Cámara de Diputados aprobó anoche martes y giró al Senado el proyecto de ley de reforma del Impuesto a las Ganancias que elimina la cuarta categoría que grava los sueldos de los empleados y creó un tributo sobre los altos ingresos que se pagará cuando se cobren haberes superiores a los 15 salarios mínimos, vital y móvil (SMVM) mensuales”.
La iniciativa fue sancionada por 135 votos que fueron aportados por los bloques Frente de Todos, la izquierda, los libertarios, federales, Provincias Unidas, y los dos gobernadores electos de Santa Cruz, Claudio Vidal, y de Neuquén, Rolando Figueroa.
Mientras que se opusieron al proyecto los legisladores de Juntos por el Cambio que cosecharon 103 votos.
El ministro de Economía, Sergio Massa, estuvo en el Congreso y en el último tramo en el recinto de sesiones junto a los sindicalistas Héctor Daer, Pablo Moyano, y Carlos Acuña, escuchando los últimos discursos previo a la votación de esa iniciativa promovida por el oficialismo.
La bancada del Frente de Todos pudo sancionar el proyecto impulsado por el ministro Massa, luego de construir una mayoría con legisladores de los bloques provinciales, federales, la izquierda y los libertarios que le permitió al oficialismo alcanzar el quórum reglamentario y luego aprobar la ley.
La sanción del proyecto fue respaldada por una masiva marcha de la CGT, de las dos CTA y otros sectores gremiales en las calles frente al Congreso nacional, informó Télam.
