PRAGMATISMO EN SALTA: Wado les dijo claramente: “Si quieren ser los referentes, deben ganarle a Sáenz”

Wado de Pedro escuchó a todos, pero dio una definición exacta, como alguna vez expresó Perón: "Si quiere que los acompañemos, primero ganen". (Foto: Cuarto Poder).

SALTA (Especial para EL SOL ABC-Por Ana Argañaraz). Se sabe que Wado de Pedro no vino a Salta a hacer política el 23 de marzo pasado, sino que vino a enmendar el “error en los nombramientos de Vera y Aramayo” y a ver in situ los manejos del ANSES en Salta. Pero como lo convocaron, de paso cañazo.

Así acudió a reunión pedida desde el Partido de la Victoria, por el diputado nacional Sergio Leavy y desde el PJ salteño, por Gonzalo Quilodrán, hoy miembro del directorio de ENACOM.

Y como Wado de Pedro conduce el ministerio que realiza todas las articulaciones políticas y de redes para ir por un segundo mandato de Alberto Fernández, éste escuchó los pedidos por los nombramientos y políticas que concuerdan con Gustavo Sáenz a nivel Ejecutivo provincial y que muchas veces deja de lado a los referentes de los otros espacios del kirchnerismo y por ende, del Frente de Todos. Allí apareció el pragmatismo político de Wado, quien les dijo muy directamente: “Para quedar como referentes en la provincia de Salta del Frente de Todos deben ganarle las elecciones a Gustavo Sáenz; así de simple y concreto soy con este punto”, dijo el ministro del Interior.

Como se sabe el Frente de Todos en Salta está conformado por PJ, Partido de los Trabajadores, La Cámpora, Nuevo Encuentro, Partido de la Victoria, Frente Grande, MILES, Tupac, Resistiendo con Aguante, Frente de Jubilados de Salta, Kolina Salta, y otros sectores independientes populares.

Esta descripción de la situación política provincial, la expresó claramente nota del portal Cuarto Poder, luego de esa reunión: “Hay una diferencia sustancial entre el medio centenar de dirigentes y funcionarios salteños del Frente de Todos y el ministro Wado de Pedro. Los primeros no han protagonizado nada que se asemeje a un logro político desde el año 2019, mientras el segundo puede presumir de triunfos electorales y un claro protagonismo en el gabinete nacional: conduce el área más política del gobierno, la encargada de articular intereses, negociar con actores políticos de distintas jerarquías (que incluyen a gobernadores), forjar vínculos y procurar gobernabilidad a partir de acuerdos que conllevan un alto nivel de discreción y que, aun siendo informales, suponen un acuerdo tácito sobre su importancia.

’’Semejante diferencia no desmiente otra realidad objetiva: todos los presentes en la reunión de ayer en el centro de la capital salteña forman parte del mismo espacio político al menos desde mayo del año 2019, cuando Cristina Fernández anunció que Alberto encabezaría la fórmula presidencial. Fórmula, dicho sea de paso, que garantizó que varios candidatos se convirtieran en gobernadores, aunque ese no fue el caso de Salta, donde Sergio Leavy sufrió una verdadera paliza electoral. Derrota que produjo secuelas políticas obvias en estos casos: liderazgos al interior del Frente que de tan raquíticos hacen que varios se pregunten cómo sobreviven con tan poco cuerpo; balcanización propia de facciones que careciendo de la fuerza suficiente para dirigir u orientar al conjunto hacen del espacio un hervidero político; hervidero provisto permanentemente del combustible de la desconfianza crónica entre dirigentes que no pueden entender una premisa política básica: la confianza es el sentimiento clave que orienta la acción y la sospecha el vicio que la paraliza.

‘’Semejante combinación de factores produjo una paradoja indisimulable: mientras los estudios de opinión confirman que entre el 20 % y el 25 % de los salteños capitalinos se identifican con esa coalición, no hay quien interpele y personalice las aspiraciones de semejante segmento de la población. La paradoja se da en medio del año electoral y ello explica por qué el kirchnerismo salteño precisa de la Casa Rosada para capitalizar la identificación de miles de salteños con las banderas del Frente de Todos, aunque – insistamos – ningún dirigente local asome como figura capaz de sintetizar con su rostro tal identificación. Al vacío lo llena cada vez más el propio gobernador Gustavo Sáenz, que no llegó al cargo como candidato del Frente de Todos, pero tampoco tiene problemas en asegurar que se convierte en ‘albertista’ a fuerza de medidas presidenciales que denotan un ‘federalismo en serio’, proceso que tampoco molesta a una Casa Rosada dispuesta a recibirlo con los brazos abiertos”, expresó el medio capitalino.

Un ejemplo muy claro, es el trabajo concreto que se está llevando a cabo con el Norte Grande, el Foro de Vicegobernadores y los paliativos fiscales que el propio Presidente decretó en favor de la producción del NOA.

Entonces, qué les queda a los dirigentes del espacio Frente de Todos que están en contra de Gustavo Sáenz y que muchos dicen que nos los representa: buscar un líder único, que los represente y que le gane a Sáenz las PASO. Eso sí pudiera dar un vuelco total en la política salteña y salir del esquema tradicional, donde la capital es la que ordena y el interior es el que acata muy mansamente los esquemas preproducidos por los capitalinos.