BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Fue clave la denuncia de la interventora actual de la AFI, Cristina Caamaño, ante la Justicia del armado por parte del gobierno de María Eugenia Vidal de la “Mesa Judicial bonaerense” para perseguir sindicalistas, jueces y empresarios, como el dueño de La Salada, Jorge Castillo, para comenzar a recuperar archivos para ver a cada uno de los “seudos” periodistas que se prestaron al juego del macrismo y son parte “de los servicios pagos para atentar contra la misma República y sus instituciones, con el fin de servir a los intereses que juegan en contra del país”. Y entre ellos surge campante el poco fino y el que se pasaba “siendo amigos de todos”, pero por detrás te iba clavando el puñal muy despaciosamente: Alejandro Fantino.
Y si apelamos más a nuestra memoria, este santafecino nacido en el corazón sojero —para colmo hijo único— viene siendo parte de la productora televisiva y de radio JXC, que es la que arma los programas “Animales Sueltos” para el canal América, que pertenece a Juan Cruz Ávila, otro agente de los servicios camuflado y hoy contratado además por el canal La Nación + Macri, y es allí que dejaron una enorme cantidad de material televisivo, donde los otros servicios como Carnota, Feinmann, Rossi, Manguel, Santoro, Montenegro y Calvo daban “primicias” de cómo el gobierno de Vidal arremetía contra los sindicalistas.
La personalidad del conductor “independiente” está signada por el sello “pesos o dólares” y sobre eso ha construido su profesión de comunicador. Por ello, muchos creen que “no dudó un instante en vender su alma al Diablo, con tal de satisfacer sus necesidades materiales, que pasan por tener un Porsche, una Ferrari y una residencia lujosa en Nordelta, además de cuentas en paraísos fiscales”. A él no le importa el país, le importa su bolsillo y por eso no dudó en convertirse en servicio camuflado de “periodista”, cuando ahora los archivos lo muestran como parte esencial de ese armado que la Justicia está investigando. De acuerdo a muchos, todos estos “seudos” deben caer ante la Justicia, como la pata necesaria “para el armado judicial de causas contra los gremialistas”.
No le importa nada, todo lleva el signo $
Muchos creen que es el glifosato el que enfermó el cerebro de este personaje, que siempre soñó con ser “Ricardo Fort”. Que, en sus comienzos, cuando relataba partidos de fútbol, era campechano pero muy creíble. O por lo menos, eso era lo que aparentaba.
Pero un rasgo muy negativo de su personalidad lo demuestra la denuncia que hizo en 2018 la fallecida mediática Natacha Jaitt, sobre lo que el portal Aire de Santa Fe informó: “Tras la denuncia de violación de Thelma Fardín contra Juan Darthés empezaron a multiplicarse las denuncias de abuso sexual en distintos ámbitos, especialmente en el artístico. Ahora la polémica actriz Natacha Jaitt denunció en las redes sociales que Miriam Lanzoni fue víctima de un abuso por parte del conductor ‘Baby’ Etchecopar y que Alejandro Fantino, ex pareja de la Lanzoni, lo habría encubierto. También a través de las redes, la ex esposa de Fantino le pidió a Jaitt que no involucre al periodista, pero no negó la identidad del presunto abusador”.
Así que con lo que dijo Jaitt en su momento y ahora lo de la Mesa Judicial de Vidal, vamos descubriendo a un Fantino que pisa tierra no muy firme, si la Justicia decide llegar a fondo, y que además nada de lo que construyó tiene bases éticas y humanas para la alabanza. Por estas horas es un “agente muy peligroso”.
