NUEVO PARADIGMA: nuestras campañas deben ser “la herencia de San Martín, Belgrano y Güemes versus Marc Stanley”

Es este Marc Stanley, nuevo embajador de EE.UU. en la Argentina. No viene en son de paz y tampoco como amigo del país. Ya hizo fuertes declaraciones queriendo imponer reglas por un plan económico de acuerdo a sus intereses. Contra ello debemos luchar los argentinos. (Foto: Ámbito).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). Ya dejémonos de boberías. Acá no hay otro que el Imperio tras de Juntos por el Cambio y quiere torcer la voluntad de todos poniendo a “trogloditas” como Milei, Espert, Vidal, Santilli, Manes y otros aparecidos que la juegan de “políticos” y son meros eslabones serviles a los intereses norteamericanos en el país.

El “cara de piedra” Espert fungiéndose norteamericano en anterior fiesta de la independencia estadounidense, cuando era embajador otro texano como Prado. (Foto: Clarín).

Entonces, hay que ir de frente y nombrándolo con pelos y señales al enemigo del pueblo argentino, que es EE.UU. y que disimula su rostro y estrategia, utilizando a personajes sin escrúpulos como Vidal, Larreta, Santilli, Manes, Juez, Schiaretti, Cornejo, Morales, Frigerio, Bullrich, Carrió, Morales Solá, Lanata, Clarín, La Nación, TN, La Nación +, Macri, Rocca, Pagni, Pérez Companc, Rosenkrantz, Rosatti, Lorenzetti, Casal, Lijo, Ercolini, Stornelli, Olivetto, Zuvic, Liendo, y otros esbirros menores.

Bullrich y Yanco, dos agentes de la Mossad, junto al ex embajador Prado, antes de la caída de Donald Trump. Otros adefesios enemigos de la Argentina. (Foto: Clarín).

Lo que expresó el ex presidente Evo Morales, en el programa La Hora de Víctor Hugo, de C5N, es la clave para toda esta patraña “de negociación con el FMI”, cuando ante la pregunta de la panelista del programa sobre “cómo había acordado con el FMI y cómo fueron esas negociaciones”, el ex mandatario dijo: “Yo no puedo opinar de lo que pasa en la Argentina, porque no sé cómo fue ese acuerdo para los préstamos, pero sí puedo hablar de lo que hice estando en el gobierno de mi país. Cuando me senté en el sillón presidencial pedí que todas las oficinas del FMI en el Banco Central de Bolivia se las sacara; lo mismo ocurrió con una oficina de la CIA en el mismo Palacio Quemado, al lado de la del presidente; y así con oficinas de agregadurías militares de EE.UU. en las distintas fuerzas armadas. Entonces, creo según mi visión, que además de inteligencia y conocimientos, se necesita valentía. Así logramos sacar a Bolivia del pozo”.

De esta manera, “el indiecito” como muchos peyorativamente lo llaman en su país es un claro ejemplo, cuando “una persona tiene muy centrado en su cuerpo y espíritu el sentido de pertenencia hacia un suelo, hacia una comunidad, hacia una cultura común”.

Por ello, en Argentina los eslóganes que debemos mostrar es ir en esa dirección: una vez identificado el “enemigo”, es ponerlo en evidencia. Porque si no seguirá tramando y fogoneando desde las sombras distintas intrigas como campañas en contra del país, resguardado bajo los esbirros pagos que se muestran “como correctos demócratas políticos” y sólo son agentes al servicio de los intereses de nuestro peor enemigo.

Entonces, es hora de decirlo fuerte ante los micrófonos y las cámaras: “Frente de Todos y Argentina o Stanley o EE.UU.”. Hay que ir tras la cabeza del monstruo, de una buena vez.