Demás está decir que al no poder calificar el “delito cometido” por 7 mujeres de la comunidad Lafken Winkul Mapu, hay una desmesura total, tanto de la jueza Domínguez como del Ministerio de Seguridad de la Nación, en los procedimientos llevados a cabo en Villa Mascardi.
Desde EL SOL ABC nunca vamos a convalidar las arbitrariedades cometidas contra las mujeres, cualesquiera sea su condición, raza, etnia o religión, porque los Derechos Humanos que defienden las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo tienen un origen intrínseco en los femicidios y aberraciones cometidos por el Estado contra de miles de militantes y familiares, por el desamparo que conlleva el solo hecho de ser mujer.
Todo lo bueno que pudiera estar plasmando en la realidad la gestión del actual Gobierno, decae ante la simpleza con que se ha tomado este caso de las hermanas mapuches, que sólo se manifestaron pidiendo por tierras que ancestralmente le pertenecen. Porque digamos la verdad: hay millones de hectáreas que fueron “adquiridas de forma fraudulenta” por personeros de agentes foráneos, que tienen un determinado plan contra la República Argentina. Todo ello, al no contemplarse en el debate nos hace perder la brújula y nos aleja de la situación que como partidarios de un frente nacional y popular defendemos a ultranza: el respeto de los Derechos Humanos. Y más en este caso, cuando hay mujeres en estado de gestación o con niños pequeños.
Desde el Gobierno mismo debe nacer urgentemente, la necesidad de convocar a una solución integral y pragmática de una problemática que todavía subyace tras los crímenes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.
