LIBERTADOR GRAL. SAN MARTÍN, Jujuy (Especial para EL SOL ABC-por Avispón Negro). Estoy como trancabalanca en montaña rusa. Se me mueve todo. Es que lo que ei’pasao ayer, más con las condiciones del clima que acompañan a beber más de la cuenta, es que todavía no sé en qué día estamos.
Resulta que ver a la Selección del Pulga, es como un imán. Más todavía que los changos reparten memes y memes, indicando que Mauricio Van Der Mufin es “la mufasa más grande del mundo”, tanto que la Pato Gullrich, madre dileta del carpinterito youtuber Jonatan, no lo quiere haciendo campaña junto a ella, la única que se ha tomao todo el vino y que tiene mucho que ver con la desaparición de Santiaguito.
El hecho que les relato no es una fake, como dice ahora mi cumpa Tronco Télam, sino que es la purita verdá: mi encontrao con la Másima, a la que bauticé a su sétimo hijo, que no le ha salío lobizón sino lobizona. Primero mi ha llamao y pidiéndome que vaya por su casita en barrio Arrieta, que tiene más basura que la oreja i’sordo de Tufí Memé Jaiat, pa’ ver al Messi y su conjunto celeste y blanco en Catar frente a los holandeses. Donde ha ido a conocer y despabilarse mi otro compadre Oscuro Pasado, enviado por la Jenefiada jujeña, pa’ hacer de corresponsal de Canal 6 + 1. Lo cierto que mi comadrita Másima si ha puesto a hacer unas empanadas de habas y queso i’cabra, que me han dejao como ladrillo de tercera: con una sed de qué para qué te cuento.
Así primero vimo’ a los croatas quitarles el aliento al chango hijo de Bolsonaro, Neymar, que se jue llorando, como si hubiese perdido “el último tren a Londres”. Mientras la comadre simbaba las empanadas, yo le ayudaba a tomar el Domingo Hnos en damajuana que había sacao a crédito con la tarjeta, justamente la Naranja. Así que llegué justo al partido, con por lo menos unos 3,5 puntos en la escala Riter.
Y es allí que me muestra los memes que le llegan de todo el país, con la cara de Mufasa Macri saludando a los reyes de Holanda. “Uy, cagó Holanda”, digo pa’ mis adentros. Y no mi acuerdo más.
Aparecí en una camioneta olor a cebolla, y con unos 20 changos cantando por la Selección. No se cómo me hicieron llegar a casa, donde me atendió la Juani, que flor de tunda me pegó por haberla dejao con la comida servida y no aparecí más.