IMPLOSIÓN DE JUNTOS POR EL CAMBIO: utilizando argumentos de la “destrucción del adversario” y apoyando “un nuevo endeudamiento con el FMI”, donde el odio actuó como acelerador de su campaña, hoy son tropa dispersa

Llanto de Bullrich. Todavía no ha hecho un mea culpa de cara a la sociedad. Pero el culpable de todo esto es Mauricio Macri, que para tapar su alto grado de corrupción y desmanejo de su gestión, utilizó la mentira y banalizó la política. Bueno, hoy están cosechando lo que sembraron. (Foto: Télam-Julián Alvarez).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). No había forma que entendieran tanto dirigentes, como allegados y militantes, que “las formas utilizadas para su campaña no eran las convenientes”, que los embarcó en el camino suicida del “cuánto peor el rival, cuanto mejor para sus pretensiones”. Y por ello, cegados y ordenados por los centros de poder como AEA, AmCham y una decena de fundaciones adscriptas al Departamento de Estado de EE.UU. los líderes de Juntos por el Cambio ven hoy con mucha desazón que “lo que comenzó como la era dorada de los neoliberales en la Argentina se esfumó en el mismo gobierno de Macri” y que tuvo su acabose final tras el intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner, la líder indiscutible del Peronismo. Para colmo de males, “mirando para un costado, para disimular su participación intelectual directa en tal atentado político”.

Hoy hay distintas versiones cruzadas por su ex dirigentes, que dicen una cosa hoy, pero mañana seguramente dirán otra, porque están desterrados al campo de las peores miserias humanas y no saben dónde colocarse. Eso es lo que es hoy Juntos por el Cambio, que en reiteradas oportunidades –por no decir todos los días- hablaban “de en diciembre se van para siempre”, “nunca más”, “el helicóptero los espera”, una serie de juicios valorativos carentes de sustento real. Y lo repetían como loros en cuanta participación en los medios televisivos, pero además se “prendían en cuanta ‘operación de los servicios’ para desprestigiar al Peronismo”. Y lo que menos sospechaban es que el mismísimo Milei los atacara por derecha, con lo que comenzó a destruirse poco a poco. Pero un punto interesante, de esta historia, “es que ninguno de los líderes de Juntos por el Cambio está preparado políticamente como intelectualmente para convertirse en un verdadero estadista de un país”. Cosa que no sucede en el Peronismo.

Y los cantos de sirena de todos los operadores mediáticos al servicio de los fondos buitres –enemigos acérrimos de la Argentina y de los argentinos— todavía les hizo enterrar las patas en el lodo con mayor brutalidad y al que luego nadie se animó a plantearles su discordancia por las formas de llevar tremenda campaña destructiva. El único que se animó fue Horacio Rodríguez Larreta, quien al instante fue tildado de “traidor”, con pocos huevos para “llevar a cabo el plan del macrismo, que es hacerse con las cajas del Estado para beneficio propio y las del entorno amarillo”.

Finalmente, le cabe a la UCR nacional salirse del camino trazado por el macrismo y comenzar a alinearse con los sectores populares de donde nació, porque si no también le espera una muy fuerte implosión, al igual que la “mamushka” de Juntos por el Cambio.