BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). La ex gobernador bonaerense, María Vidal, salió a tientas y ciegas a las tribunas políticas bonaerenses para ver si se posiciona. Pero fuertes reveses, ha conseguido hasta ahora. Primero, Tomás Méndez, desde ADN, programa de C5N, puso en evidencia dos grandes mentiras de la ex mandataria: dijo en el programa de Juana Viale, que “hoy el Gobierno de Axel había dado la libertad a Castillo (La Salada) y al Pata Medina (UOCRA), por sendas y amañadas causas plantadas por la AFI macrista. Mientras que ADN demostró con documentación contundente que ambos personajes fueron dejados en libertad por falta de mérito en el año 2019. O sea, durante su gobierno al frente de la provincia de Buenos Aires”.
La segunda mentira, que también ADN puso en evidencia es que “el zar del juego clandestino, Juan José Gil”, donde en varias declaraciones de Vidal ésta había declarado que “en la provincia de Buenos Aires hemos acabado con las mafias del juego clandestino”. Pero documentación como videos presentados por Tomás Méndez revelan que todo “fue una puesta en escena, ya que Juan José Gil fue detenido y soltado por la misma Vidal, toda vez que luego se hizo aportante a su campaña electoral de 2019”.
Ahora una “santa”
Y ahora volvió a salir a los programas donde la tratan como una Heidi, y con su carita llena de “pucheros para la tribuna”, para hablar mal del actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien está lidiando con “los acreedores dejados por ella misma, tras montarse en el delirio del endeudamiento atroz con bonistas locales y extranjeros, por una cifra cercana a los 12 mil millones de dólares”. De ello no habla Vidal ni tampoco le preguntan y teme ir a los programas donde las preguntas pueden ser más insidiosas e investigativas.
Todo ello, como siempre con la cáscara de la mentira, salió a hacer declaraciones en el canal de Macri, La Nación +, donde fustigó sobre el “plan de vacunación, porque a sus padres todavía no les dieron la segunda dosis”.
Claro que Vidal no declara por qué su gobierno desmanteló el Ministerio de Salud de la Nación, quitó subsidios para los hospitales públicos en más de 1,2 puntos del PBI y dejó que se vencieran millones de dosis de vacunas en depósitos del gobierno macrista. Muchos dicen: “De lo que nos salvamos. A estos no hay que elegirlos más y se acabó el mal para los argentinos”.
