BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). Están caminando por el borde de un precipicio de insondables consecuencias para un partido que no hace más de dos años dejó al país tumbado de deudas, malversaciones, espionaje ilegal, extorsiones judiciales, mesas judiciales, rebenques financieros con los gobernadores para que aprobaran las leyes en el Congreso de la Nación, entrega del patrimonio nacional sin pasar por el Congreso de la Nación (como la entrega de las reservas de oro al Tesoro de la corona británica) o el endeudamiento con organismos financieros internacionales. No hay resquicio de la vida nacional, donde estos delincuentes disfrazados de partido político no hayan metido los garfios.
Entonces, subido a ese caballo que les brindan los esbirros de Clarín y La Nación y todos los parásitos que viven de éstos, los Juntos por el Cambio insisten a un Gobierno que está tratando de salir de la pandemia y con sus dudas y contramarchas busca acomodar los tantos de la mejor manera, pero hay que decirles muy claramente: ¡paren la mano cipayos!, el juego que se jugó fue una interna, y que ustedes lo toman como si hubiesen ganado el Mundial de la política. No vayan a llevarse una sorpresa el 14 de noviembre, que allí no sabrán dónde están parados y comenzarán a destruirse internamente. Ojo al piojo. Vayan con cuidado, que las vueltas de esquinas están llenas de sorpresas.
Así ayer no quisieron aprobar, en beneficio de la gente, algo que les podría haber venido muy bien, que es ponerse del lado de la gente y haberse sentado a debatir. Es que la hojarasca no les deja ver el bosque. Y así la Política Online dice en su artículo de ayer: “El bloque del PRO hizo circular en redes sociales una foto de la reunión que llevaron adelante por la tarde, acompañada por un texto que planteaba: ‘Después de la negativa del oficialismo a ampliar el temario de la sesión, los diputados del PRO nos reunimos y pedimos que se traten los proyectos que reflejan la demanda de las urnas’. El presidente del bloque del PRO Cristian Ritondo agregó: ‘El oficialismo está acostumbrado a usar su mayoría en la Cámara para que solo se debatan los temas que a ellos les interesan’ “. Y allí es que Ritondo y sus amigues están derrapando hacia un precipicio de inconfesables consecuencias, para un partido que necesita serenarse y buscar verdaderas vías de encuentro con el pueblo de la Nación, luego del desastre cometido. ¡Ojo, ojo! No vaya a ser que el día se transforme en noche.
