El problema de EE.UU. no es Trump sino su sistema corrupto de especulación que se asienta en Wall Street y en la Reserva Federal

En Wall Street están los tentáculos del "gran mounstruo" que ha carcomido el sistema de vida de los norteamericanos y ha llevado a esta desigualdad que asfixia a toda la sociedad. (Foto: Reuters).

WASHINGTON, EE.UU. (Especial para EL SOL ABC-Por Vane Valciotta). Todos los analistas apuntan a distintos motivos los posibles acicateadores de esta rebelión casi total contra un Gobierno, que en vez de “escuchar los reclamos de la gente está envuelto en una gruesa capa de insolvencia moral e insolvencia administrativa”. Sin querer, George Floyd es el artífice de sacarle la máscara al “Gran Monstruo” que hace varios siglos viene carcomiendo los derechos, tanto humanos como políticos, de una sociedad que marchaba hacia un esclavismo total. Pero George, sin querer lo hizo.

Es que el problema del racismo y xenofobia nace porque existe una clase “dominante” que asienta sus músculos de fortaleza en el sitio que muchos ven como idílico  —no todos pueden llegar hasta las mesas de Wall Street— y que es el responsable de la desigualdad, del constante bastardeo de las instituciones. Ha corrompido más que la droga y tiene infinitos tentáculos, que ha puesto en prisión el libre albedrío del hombre. Y es allí que muchos pillos han encontrado la manera de crear un sistema que los ha vuelto millonarios a perpetuidad y además, con la petulancia de creerse superiores a todo el resto. Desde allí ponen y sacan senadores, diputados, presidentes, jefes de policías, gobernadores,  funcionarios, directores y presidentes de bancos, como asimismo en las grandes corporaciones. Esta parte de la sociedad, que toma como rehenes a los demás, no le interesa la solidaridad, la igualdad, la distribución y es la que paga los noticieros, los diarios, las revistas, ahora las redes sociales, para que desde allí se bombardee a la gente con mensajes como que “con la democracia se vive mejor, que la democracia estadounidense es única (de corrupta) y que los negros que no cumplan deben ser tratados como animales y marginados, lo mismo que los inmigrantes de otras latitudes”. De todo eso se cansó la gente. De todo ello está harta. Lo de George sólo fue la gota que colmó el vaso.

Mientras algunos hablan de Historia, otros vemos que el sistema está colapsado. Esta forma de capitalismo enlazado entre lo que hace la Reserva Federal  (la imprenta más grande del mundo, o sea un imprentero es el que domina el mundo) y Wall Street ha llevado al sometimiento del hombre de la manera más abyecta.

Así que muchos piensan, para qué vamos a trabajar, si  500 delincuentes legalizados “nos roban todos los días del año” y hasta tienen una serie de medios de comunicación que manejan, con los cuales logran la “bendición” del resto de la población para que “todo esto parezca normal”.

Ya hay muchos en EE.UU. que piensan que “si no se detiene la voracidad de Wall Street y de la Reserva Federal”, todo este tipo de marginación seguirá en ascenso y aparecerán muchos más George Floyd.

Son las pequeñas instituciones barriales, las escuelas y organismos de defensa de los derechos del hombre los que deben comenzar a “revertir y trabajar en pos de la libertad de los estadounidenses”. Porque los culpables no son los negros, los latinos, los chinos, coreanos o japoneses, el problema nace en los señores que conducen  Wall Street y la Re

Trump es sólo el mascarón de proa de todo un sistema corrupto. Los ideólogos y los jefes de Donald nunca dan la cara. (Foto: Reuters).

serva Federal.

Si no nos damos cuenta de ello, pasarán millones de George Floyd, y la situación se habrá congelado para siempre. Será una triste película que la repetiremos una y otra vez. Todo lo demás es hojarasca que se la lleva el viento.