DESDE LA MEMORIA HISTÓRICA DE LOS PUEBLOS: carta del Gral. Martín Miguel de Güemes a los jueces de la Nación

Artífice de la Patria que hoy tenemos, Martín Miguel de Güemes es uno de los próceres que más hizo por la verdadera y real emancipación de nuestro suelo. Hoy desde EL SOL ABC vaya nuestro homenaje en su Bicentenario de su paso a la Inmortalidad, que se cumple mañana 17 de junio. (Foto: Diario Col).
por Luis Mendoza *

Se cumple el Bicentenario de su paso a la Inmortalidad de nuestro héroe máximo y prócer de la Revolución por nuestra Independencia, mañana jueves 17 de junio. Por ello, rescatamos este artículo de nuestro Director, que, según él, lo escribió por la revelación del Espíritu Santo, como un homenaje al Güemes que supo estar en todas y todos y que está vivo en el corazón de los argentinos que no se venden y que luchan por la verdadera emancipación de la Patria.

“Debe velar el interés supremo de la Nación!”, así rescatamos a nuestro prócer el Gral. don Martín Miguel de Güemes en su pensamiento.

A Uds. Señores Jueces de la Nación:

“Desde que recorro con mi mirada omnipresente los valles, hondonadas, quebradas, pampas, tierras yermas, amplios ríos y secos arroyos, donde la amplitud del halo pensante del hombre que se juega por una causa, juntó tantas voluntades de miradas angustiadas, hasta felices por los dones del Dios Salvador, que querían que su suelo fuera libre de extraños libretos y mandatos, hoy he resuelto ponerme en la letra para hacer escuchar mi pensamiento en nombre de tantos millones de hombres y mujeres que tienen trascendencia en la sangre sus hijos. No puedo ser un impávido observador del tiempo, mientras la Patria vuelve a ser sometida a oscuras compulsas, donde los hombres de levita y grandes galeras negras no cejan en someternos a sus hábiles argucias, bajo el manto de una Justicia independiente y de una libertad de expresión mancillada por ellos mismos en aras de la defensa de sus intereses, que además pretenden que éstos estén por encima de los particulares de la gran mayoría.

Me rebela mi sangre y la de millares que dejaron en los confines donde se marcó nuestro territorio. Y me acuerdo de las enfermedades y de las tristezas de mi hermano y conductor el Gral. Don José de San Martín, y de la pauperrimidad de vida que tuvo que soportar el Gral. Don Manuel Belgrano, a pesar que por bienes familiares no necesitaba imbricarse en la aventura de defender nuestras consignas, nuestros legados y la nueva mirada de quienes veían que la Patria estaba en plena construcción. Sin embargo, ver a otros superiores fortalecía mi inquietud y mi razón de ser, que incluía en esos vastos tiempos la honradez y el principio final de toda vida: el servicio a los demás; que no son unos cuantos, sino algo que abarca las entrañas mismas de los hombres de los puntos alejados, de la gran mayoría.

Por estas horas desde la inmensidad del cosmos veo esa punta de la tierra, que con el correr de los santos días, se ha convertido, para tristezas de pocos y alegría de millones, en la República Argentina. Allí fijo mi mirada para horadar con ella a los espurios, que anteponen antes que nada el oropel de brillo superfluo y dejan en lo recóndito de su ser, las virtudes universales que los haría más humanos. Me dijo una vez Don Gabriel Güemes Montero, mi padre; lo recuerdo ahora en este preciso instante: ‘Hijo, si alguna vez haz de defender algo, haz que sea un semejante o alguien que esté en tu territorio, porque si lo consideras un hermano, él también te considerará’.

’’Digo esto porque es la Patria la que está en juego, ya no con las batallas montoneras y de a caballo, con sables y fusiles y bayonetas, sino con zorrunas artimañas, sino con hombres que dicen que manejan la modernidad sino más bien la imbecilidad. Por ello ruego que los hombres de galera y levita negras tomen los principios de los hombres libres y sinceros de patriotismo en vías de las más caras utopías de los hermanos. Así lo digo, así lo he transmutado”.

Hacia vuestras mercedes, los saluda con fraterno abrazo.

Martín Miguel Juan de la Mata de Güemes Montero Goyechea y la Corte

Ciudad de Salta, 16 de Junio, de los años Dos Mil Veintiuno.

El Gral. Martín Miguel de Güemes muere un 17 de junio de 1821, traicionado por parte de la oligarquía salteña que defendía al ejército invasor. Sus restos mortales están en la Catedral Basílica de Salta. (Foto: Archivo Güemesiano).

(*) Escritor, poeta, periodista, editor de varios medios nacionales e internacionales. Hoy director de EL SOL ABC digital.