BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín *). Ayer en el acto central conmemorativo de los primeros cien años de Yacimientos Petrolíferos del Estado (YPF), que por poco no pasa a llamarse “Despojos de Repsol SA”, por el estado en quedó la empresa de bandera, como bien acertó definir su presidente actual Pablo González, “es una commoditie o una empresa que representa al Estado nacional”, se esperó con muchas ansias la presencia de los dos líderes del Frente de Todos, tanto el presidente como la vicepresidenta de la Nación, que distintas miradas tienen sobre cómo administrar el Estado luego de la plaga macrista que asoló antes de la pandemia y antes de la guerra en Ucrania.
Y allí haciendo un análisis pormenorizado de todos los discursos, pero principalmente los de Cristina y Alberto podemos inferir –lo que todo el mundo vio y analizó–, desde nuestra verdad relativa, que quedó muy marcado que ambos líderes pretenden y quieren lo mismo, pero por distintos caminos. Podríamos asegurar que “existen dos modelos dentro de otro más general”.
Y allí quedó bien planteado por Cristina, cuando presentó el video de un minuto y algunos segundos más del ex ministro de Economía de Mauricio Macri, Nicolás Dujovne, hablando ante representantes del empresariado nacional en 2016, mucho antes que el ex presidente anunciara que se habían comenzado las negociaciones para pedir el auxilio del ente mundial financiero, cuando el descalabro económico del país ya se hacía patente. “Si algo tenemos que rescatar del gobierno kirchnerista es el poco endeudamiento dejado; sólo el 20 % del PBI, una deuda neta, después que le restamos lo que se debe a sí mismo luego de nacionalizar los fondos de pensión; y si le sacamos los organismos internacionales, es del 16 % y de esos 16 puntos, 8 % está denominado en moneda extranjera. Es una deuda realmente muy baja”, admitía el ex ministro de Hacienda en el video.
Bueno esta presentación que comenzó a mostrar a Martín Guzmán, cuando la cámara lo comenzó a enfocar, con otro color en la cara y asimilando el “golpe duro” en su humanidad, toda vez que sectores desde donde proviene la mayoría del grupo Callao, no admite “la singularidad y positividad de la gestión del ex ministro Axel Kicillof entre 2012 y 2015 dentro del Palacio de Hacienda”, ni tampoco el alto desendeudamiento a lo que el ex presidente Néstor Kirchner llevó al país y que Cristina luego administró magníficamente –con tensiones de por medio— para entregar un país con una inflación que rondaba el 25 %, con el mejor sueldo mínimo en dólares de todo Latinoamérica que rondaba los 600 dólares y baja desocupación, que llegó al 5,6 % de la población. Entonces, allí entró a tomar otro valor, las palabras finales de la actual vicepresidenta de la Nación, cuando le dijo al Presidente: “No debes dudar de usar esta lapicera en contra de los poderosos”.
No sin antes recordar, que Cristina había expresado que “YPF es hoy uno de los logros de mi gestión, cuando comenzamos a revisar los balances muy exitosos de Repsol y con grandes giros de divisas al exterior, pero mientras eso sucedía los números en exploración y reservas caían todos los días. Fue entonces que dijimos ‘esto no puede continuar así’; y no fue fácil, porque al otro día salieron a pegarnos y a decir que avanzábamos contra la propiedad privada. Pero allí está, que para conseguir lo que decía Dujovne nos tuvimos que poner del lado de las mayorías”, expresó palabras más o menos la Dra. Fernández de Kirchner.
La respuesta
Acto seguido cerró el acto conmemorativo en Tecnópolis –otro lugar emblemático creado por el kirchnerismo, que también explicó Cristina y recuperado por el Gobierno actual— el discurso del presidente Alberto Fernández, quien en respuesta a la alusiones directas de Cristina, sólo dijo, luego de saludar a los trabajadores de YPF de todo el país: “No soy ingenuo ni tampoco voluntarista”. Dando a entender que su gobierno se basa en la planificación y en el orden, donde además sabe de antemano qué es lo que “dicen y hacen los empresarios que juegan en contra del modelo de gobierno actual”. Planteado de esta forma el debate, luego Alberto se dedicó a enumerar las acciones que realizó en su último viaje a Europa y lo que pretende esa vieja Europa de la Argentina: alimentos y energía. “Bueno hacia allí debemos apuntar nuestra mirada, mientras les pido nuevamente que me acompañen y que la unidad nos hará más fuertes para soportar el andamiaje del Gobierno para lograr las metas que nos hemos propuesto, y así evitar que nos vuelvan a gobernar quienes se creen patrones de estancia”.
Finalmente, rescatamos una frase del periodista Fernando Borroni, anoche en Debate Abierto, que conduce Daniela Ballester en C5N, sobre la respuesta que dio el presidente Fernández al discurso de Cristina: “Habló de voluntarismo el Presidente. Pero creo que es más voluntarismo el esperar que la inflación baje por sí sola, con sólo hacer los deberes que ordena el FMI”.
(*) columnista especial de EL SOL ABC.
