CRISIS EN USA: su participación como gestor de la guerra en Ucrania no le va a salir barato; se avecina la crisis económica más grande que pueda esperar

Falta de alimentos de fórmula para niños en supermercados de varios estados denota algo que nunca se había visto en EE.UU. antes de la guerra en Ucrania. (Foto: Reuters-Kaylee Greenlee).

WASHINGTON, EE.UU. (Especial para EL SOL ABC-Por Vane Valciotta). Varios ítems de la economía de este país han comenzado a mostrar signos desalentadores para los inversionistas y especialmente para los especuladores de Wall Street, que ven peligrar la centuria de bonanza que los catapultó a vivir a costillas del resto del mundo.

Por supuesto las agencias y medios de noticias, que sobreviven gracias a la enorme pauta publicitaria, ahora volcada en los gigantes de internet como Google, Facebook, WhatsApp, Instagram y Twitter, no dicen nada, o por lo menos tratan de desviar la atención sobre los focos de los problemas que ya tiene este país, por su participación directa en la guerra de Ucrania, a todas luces vistas organizada y accionada por el Pentágono y el Reino Unido, para sacar del escenario mundial de peso a Rusia y China, los dos nuevas superpotencias que serán las líderes en esta centuria que estamos transitando a partir de 2022.

Los primeros signos: huelga de camioneros en Canadá, aumento constante de combustibles, falta de personal adecuado para completar los cargos que dejaron los muertos por la pandemia (se cree que fallecieron dos millones de personas, de las cuales más de un millón pertenecían a puestos relevantes dentro de la economía nacional), aumento de alimentos, abandono del dólar como moneda de referencia en el comercio mundial, crisis familiares que detonan en el racismo de los blancos, que les echan la culpa de sus males a las otras personas que vienen precisamente a salvarles al vida. A todo esto, hay que agregarle la falta de cohesión familiar por culpa de lo que ellos pensaron que era la herramienta más fabulosa creada: internet conjuntamente con los i-Phones.

 

Datos contundentes

Sobre la crisis del dólar que afecta por su poca credibilidad los cimientos mismos de Wall Street, es que varios pensadores y analistas económicos indican que “EE.UU. tiene que volver a ser creíble y dejar de propiciar conflictos en el mundo, como un modo de supervivencia, porque gracias a internet, que trajo a WikiLeaks, los hackers, y millones de medios alternativos en el mundo, se sabe dónde, cómo y cuándo se viste, come, defeca y acciona el pueblo norteamericano, sobre sus propias posibilidades”.

Ayer la agencia Reuters habla, por ejemplo, de un problema que para muchos es menor, pero que demuestra la gravedad de la crisis económica que está sufriendo EE.UU.: “Estados Unidos permitirá las importaciones de alimentos de fórmula para bebés de fabricantes extranjeros que no suelen vender sus productos aquí, dijo el lunes la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), en un intento de aliviar una escasez nacional que ha dejado a los padres en aprietos para alimentar a sus bebés.

’’La medida temporal podría ayudar a poner más fórmula en los estantes de los EE. UU. en unas pocas semanas, dijo un funcionario de la FDA de EE. UU. durante una rueda de prensa. Los fabricantes extranjeros deberán cumplir con una lista de estándares nutricionales y de seguridad proporcionados por la FDA.

’’Las existencias de alimentos de fórmula para bebés en EE. UU. han sido bajas después de que uno de los principales fabricantes del país, Abbott Laboratories (ABT.N), retirara en febrero la fórmula en polvo para bebés y cerrara la planta. La FDA estaba investigando después de los informes de que cuatro bebés que habían sido alimentados con fórmula allí se enfermaron de infecciones por cronobacter sakazakii”.

Otro punto clave es la falta de mano de obra, donde un informe de The Wall Street Journal, vocero del establishment especulador norteamericano, dijo el año pasado –hablando sobre este tema–, que “la escasez de mano de obra se está convirtiendo en un elemento fijo de la economía estadounidense, remodelando el mercado laboral y obligando a las empresas a adaptarse, subiendo los salarios, reinventando los servicios e invirtiendo en automatización”, indicó The Wall Street Journal. “El éxodo de trabajadores abarca todo el mercado laboral, pero es más pronunciado en las industrias de servicios, y las cifras son muy grandes: 4,3 millones de estadounidenses dejaron de trabajar por propia decisión, según el Departamento de Trabajo, la cifra más alta desde diciembre de 2000. Y se estima que hay 10,4 millones de puestos de trabajo que las empresas estadounidenses no pueden cubrir, pese al aumento de salarios que ofrecen. Es el nuevo mundo laboral de Estados Unidos en la postpandemia. Los medios ya le encontraron un nombre al fenómeno: la Gran Renuncia”, aseveró dicho diario.

Muchos indican, especialmente sicólogos y sociólogos indican que esta crisis nace “en la pérdida de humanismo que está sufriendo la economía capitalista y que sus eslabones que somos nosotros han entrado en una especie de ‘rebelión inconsciente’, donde todos nos preguntamos ‘hacia dónde corremos y para qué’, cuál es el sentido de tanto capitalismo si vivimos infelices en nuestros castillos inventados por el sistema, por el Matrix impuesto”. Hay algo que está fallando.

Todos estos elementos enumerados dan algunas de las pautas donde se asienta la gran crisis que vive EE.UU. hoy y sus países satélites, que decanta por donde nadie espera: cuando salen esos dementes con armas a asesinar personas, en escuelas o supermercados. O cuando los ‘genios del Pentágono’ ordenan crear el conflicto con Rusia en Ucrania. Creo que esta vez no saldrán indemnes.