CIUDAD DE MÉXICO (Especial para EL SOL ABC). Otro síntoma de la pérdida de poder de EE.UU. que estaba acostumbrado a un telefonazo para que todos salieran en manada para escuchar las nuevas órdenes del amo.
Y eso se manifiesta en la “parada de carro” que le hacen a la corroída Cumbre de las Américas, una reunión anual para “revisar que las viejas y nuevas inversiones de EE.UU. en los países de Latinoamérica siguieran su curso de éxito y ganancias”. Como en el juego de la perinola: “Todo para él”, “nada para nosotros”.
Por eso les saltó los fusibles cuando apareció de la nada un Pedro Castillo en Perú, al que tratan mediante sus lacayos peruanos y a su servicio, voltearlo y dejarlo fuera de la carrera presidencial, o por lo menos que no aplique sus medidas “revolucionarias en favor del pueblo peruano”.
Es que la OEA, entidad organizadora, fue encontrada infraganti “metiendo los dedos en las urnas bolivianas” para destituir al ex presidente Evo Morales en diciembre de 2019. Entonces, “meter los dedos y otros ardides” ahora tiene sus costos. Hoy se sabe que la OEA es el brazo político y comercial de EE.UU. sobre los pueblos de Latinoamérica, que ya en 1982 fue puesta en evidencia en la guerra de Malvinas, cuando no pudo accionar el TIAR en favor de la Argentina.
Ya los presidentes López Obrador y Arce Catacora, de México y Bolivia, respectivamente, dijeron que no participarán de dicha cumbre por la exclusión inconsulta de Cuba, Venezuela y Nicaragua, a la que se suma Jair Bolsonaro, de Brasil, por el poco apoyo que recibe este presidente de EE.UU. sobre todo, de Joe Biden.
De un total de 35 países, 20 no participarán en apoyo a las posturas de México y Bolivia, por lo que está en duda la realización de la mencionada cumbre. Y es otro baldón para el injerencista y golpista Luis Almagro, que ve peligrar su sillón de jefe de la OEA.
Finalmente, el investigador y médico, Dr. Jorge Rachid, desde Argentina expresó en su cuenta de Twitter: “¡Viste? ¡América Latina existe! Le dijo no a Biden… quería apoyo para su debilidad; llamó a la Cumbre de las Américas, pero excluyendo a países; casi todos les dijimos no. Se viene un nuevo UNASUR, ampliado, sin EE.UU. ni Canadá; ¡Latinoamérica vive..! Será región de paz y justicia”.
