SALTA (Especial-EL SOL ABC). Luego de la rueda de prensa de la actual intendenta Bettina Romero que prometió el oro y el moro en campaña, y que hoy ya dentro de la gestión luego del primer mes, donde ve que “les imposible acometer tanto reclamo de la gente” por más obras, como asimismo “luego de la tormenta del viernes”, comenzaron a aparecer “los primeros cortocircuitos entre dirigentes del mismo palo”, cuando Romero tuvo que “salir a decir la verdad sobre la gestión municipal del actual gobernador Gustavo Sáenz”.
Cuando se le interrogó a la intendenta Romero sobre “cómo encontró la Municipalidad de Salta, luego de la gestión de Gustavo Sáenz”, no tuvo más remedio que decir la verdad y se despachó, no sin antes dudar en decirlo: “La verdad, que mal. Tengo comprometidos más del 85 % de los recursos, con lo cual casi no tengo márgenes para realizar las obras que necesita la ciudad. Eso da muy poco margen para salir a brindar las mejoras que esta ciudad necesita, en pavimento, en espacios públicos, en acciones que tienen que ver con la cultura, con el desarrollo, con los microcréditos, tantas cosas que hablamos en campaña”, expresó.
“Yo estoy comprometida, pero la situación económica y financiera del municipio es muy complicada”, advirtió Bettina Romero.
De esta manera la actual autoridad municipal puso en evidencia que todo lo que se había advertido de la gestión de Sáenz era verdad. Pero ahora ya es tarde y se tienen que apechugar gestiones que están muy lejos del Gobierno de la Nación.
A su vez muestra, que si los gobiernos municipales y el de la Provincia no están consustanciados ideológicamente con el gobierno central de Casa Rosada, se les hace cuesta arriba cualquier gestión. Y tanto Sáenz como Romero dejaron ver muy claramente su apoyo a Mauricio Macri.
Lo único que Bettina Romero mostró como positivo de Sáenz es “el aumento de casi 600 miembros nuevos en la planta de trabajadores municipales, que es precisamente el cuello de botella que deberá sortear la intendenta de cómo hace para pagar más sueldos”.
Y ahora queda la duda: ¿y los que ella prometió? Lo que demuestra que tienen poca margen de gestión.
