CONTÁMELA DE NUEVO: una Policía Federal totalmente infiltrada por la CIA se “chupó” información fundamental de contactos de Sabag Montiel

DURMIENDO CON EL ENEMIGO. Marc Stanley en visita protocolar a la casi asesinada vicepresidenta de la Nación. Una caradurez al mango, que se llama diplomacia. (Foto: Archivo de EL SOL ABC).

BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). En nota de ayer de uno de nuestros columnistas mostramos los puntos de contacto entre lo que fue el magnicidio contra John Fitzgerald Kennedy vía el “prototipo” encontrado en Lee Harvey Oswald, donde la CIA conjuntamente con otros actores fueron los que tramaron el asesinato del presidente norteamericano, en 1963, en la capital de Texas, la ciudad de ricos petroleros como Dallas, y el intento de magnicidio contra la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. [1]

Y son mucho más fuertes las pruebas que van apareciendo en ese sentido. Varios medios nacionales, como las mismas redes sociales, han comenzado a informar que “las primeras personas que se hicieron cargo de uno de los celulares del Sabag Montiel  –uno, el que tenía en el momento del fallido atentado, era 0 km— fueron técnicos de la Policía Federal Argentina”. Acá hay que comenzar a escarbar muy profundamente.

Para colmo de males, la jueza Capuchetti es uno de los topos macristas y en una de las causas contra Macri “se le perdió” valiosa información. Pero la fundamental, es que se sabe que “la Policía Federal Argentina, como las demás fuerzas de seguridad de la Argentina  –son puntos clave en la estrategia del copamiento de la CIA de un país—  están infiltradas por ‘topos’ pagos al servicio de la agencia norteamericana, que responde directamente al Pentágono”.

Y allí basta ver que, dentro de las estrategias de la embajada norteamericana, siempre una de las primeras visitas “de cortesía” del nuevo embajador se hace con las fuerzas de seguridad del país. Siempre “la excusa” es el “trabajo conjunto” para la lucha contra el narcotráfico y “la seguridad” del país.

Así tenemos que recordar que tanto el anterior Edward Prado, como el actual Marc Stanley, ya han realizado esas “visitas protocolares” a la conducción de la Policía Federal Argentina. Pero este Stanley, ya sin ninguna careta, se mueve “como pancho por su casa”, donde se ha dado el lujo –para disimular— de visitar el despacho de trabajo de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner. Luego la embajada publicó mensaje en favor y apoyo a la Vicepresidenta, luego del fallido atentado en las redes sociales: Estamos aliviados de saber que la Vicepresidenta Cristina Fernández esté bien. Estados Unidos se une a la Argentina y a toda la gente pacífica en el rechazo a la violencia, el extremismo y el odio en todas partes”. ¡Plop! Es lo que podemos decir. ¿Tan descarados son?

Cómo Edward Prado, anterior embajador de EE.UU. en la Argentina visitaba al jefe de la Policía Federal Argentina, en 2019. Es uno de los puntos que muy pocos saben, la tremenda influencia que tiene la embajada norteamericana en las policías nacionales y provinciales. Recuerde que Mauricio Macri declaró que “el nombramiento de Fino Palacios lo hizo a indicación de la embajada estadounidense”.  (YouTube-PFA).

 

La información

La información surgió ayer y tomamos, por su seriedad la del diario Hoy de Córdoba, que dijo: “El teléfono celular que portaba Fernando André Sabag Montiel, el agresor detenido por el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, fue bloqueado en uno de los intentos por extraer información por parte de la Policía Federal y esa prueba fundamental para la investigación corre riesgo de perderse, confirmaron fuentes judiciales”.

Para explicar el evento técnico fueron citados a declarar ayer, domingo, a partir de las 9, los dos técnicos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a los que les apareció la leyenda que daba cuenta de un posible formateo del teléfono.

Así sucedió en un nuevo intento que hicieron para extraer información en el marco de las actuaciones en la causa por el atentado sufrido por la Vicepresidenta el jueves último, horas después de que el aparato hubiera sido manipulado por técnicos de la PFA, que fue la primera fuerza en intentar extraer información.

A pesar del inconveniente que mantiene en vilo a los investigadores, desde el juzgado a cargo de María Eugenia Capuchetti manifestaron confianza en que la cadena de custodia no fue vulnerada y aseguran contar con toda la prueba documental que daría cuenta de ello.

El teléfono fue secuestrado cuando detuvieron a Sabag Montiel en la noche del jueves, tras el ataque a Cristina Fernández de Kirchner cuando llegaba a su domicilio en el barrio porteño de Recoleta.

El teléfono estaba apagado y sin batería. Lo colocaron en un sobre cerrado y lo trasladaron al juzgado, por orden de la magistrada.

Se encendió cuando lo conectaron para intentar la primera extracción y, de inmediato, fue colocado en modo avión para que nadie pudiera tener acceso remoto al teléfono.

En el Juzgado se comenzaron los intentos de extracción con personal técnico de PFA y la utilización de un sistema denominado UFED.

Los dos técnicos de PFA que manipularon el teléfono fueron dando cuenta de en qué consistían las maniobras al secretario del Juzgado, Federico Clerc.

Cuando asumieron que los intentos fracasaron, elaboraron un informe para dejar registro de lo realizado y la condición en la que el teléfono quedó bajo custodia del juzgado en un sobre abierto y en la caja fuerte, terminaba una parte de la nota del diario Hoy.

 

Referencia:

[1] https://www.elsolabc.com/el-plan-oswald-el-fallido-magnicidio-contra-cristina-tiene-numerosos-puntos-de-contactos-con-lo-el-positivo-que-le-hicieron-a-john-fitzgerald-kennedy-en-1963-en-dallas-texas/