BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC- Redes). La jueza federal María Eugenia Capuchetti es hija del comisario general de la Policía Federal (retirado) Carlos Capuchetti, ex guardaespaldas de Julio Grondona y desde 2006 jefe de seguridad de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). El hombre tiene seis causas judiciales abiertas, tres de ellas por enriquecimiento ilícito.
María Eugenia fue la niña mimada de Daniel Angelici, abogado, empresario del juego (bingos y casinos) y dirigente de la Unión Cívica Radical, quien ganó la vicepresidencia Boca Juniors el 4 de diciembre de 2011 con el respaldo de Mauricio Macri.
Según el libro “El Tano. Quién es Daniel Angelici”, una investigación periodística de Ignacio Damiani y Julián Maradeo, publicada en agosto de 2016 por Ediciones B, pasó “de operador radical en los 90 a enlace presidencial con jueces federales y servicios de inteligencia”.
En marzo de aquel año, Elisa Carrió señaló a Angelici como el “operador judicial” de Macri. “Yo me voy a seguir ocupando de investigar la corrupción, aunque Angelici lo quiera impedir. El presidente de Boca interfiere en la Justicia y el presidente de la República lo sabe”, dijo.
En cuenta de Oyarbide
Las buenas relaciones de Capuchetti con el mundo judicial cercano al macrismo inclinaron la balanza a su favor para ser designada jueza en abril de 2016, cuando renunció Norberto Oyarbide.
Su pliego fue enviado al senado por el ex presidente Macri. Se aprobó con apoyo de las bancadas de Cambiemos y del Peronismo Federal, un rejunte variopinto que de peronismo sólo tiene el nombre.
A pesar de que no tenía las mejores calificaciones, sumó respaldos en el Consejo de la Magistratura con el aval de la mesa judicial y de Angelici, entonces operador judicial del PRO. Así, se convirtió en la segunda mujer en ocupar un juzgado en Comodoro Py después de María Romilda Servini de Cubría.
Como jueza, dispuso “excluir como medida de prueba” el informe que apuntaba a determinar si la llamada “mesa judicial” del gobierno de Macri influyó sobre jueces y fiscales, y los presionó.
También rechazó hacerse cargo de la causa de espionaje en la que estaba involucrado el chantajista, falso abogado y agente trucho de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Marcelo D’Alessio.
Capuchetti tiene registradas reiteradas visitas a la AFI para reunirse con el escribano y representante de jugadores de futbol Gustavo Arribas, director de la AFI, y con la subdirectora Silvia Majdalani, presidenta de la empresa Paraná S.A. de Seguros, integrante con su marido del directorio de la empresa hotelera Acuíferos Ocean Park y fundadora con dos socios la financiera CFC Holding.
La jueza se entrevistó una vez con Arribas y cinco con Majdalani. Todas las visitas fueron anteriores a su designación y comenzaron un año antes de que fuera seleccionada por Macri.
Pero la frutilla del postre viene dada por la denuncia sobre ella, que en su Juzgado desapareció información valiosa del teléfono de Darío Nieto, secretario privado de Mauricio Macri. ¿Lo recuerdan?
