ASUNCIÓN, Paraguay (Especial para EL SOL ABC-Por Benito Moros). Mucha gente no sabe que hacia el interior de la República de Paraguay una gesta silenciosa se da entre el campesinado y pueblos originarios, con una formación de militantes en defensa de los derechos de estos pueblos que muestran la gran desigualdad que existe en este país.
Así se puede entender el conflicto que se dio entre fuerzas del Ejército paraguayo y elementos dispersos en varios campamentos del grupo guerrillero denominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que se ha puesto directamente en contra de la explotación irracional de la flora y fauna, como de la explotación del campesino paraguayo, que por migajas tiene que trabajar en los grandes latifundios de corruptos empresarios ligados a mafias internacionales inmobiliarias, que hacen pingües negocios con el sudor del pueblo paraguayo. Mientras la elite rasca sus ganancias en las famosas “hamacas paraguayas” en esta ciudad capital.
En ese contexto, informó la agencia Nova, es que Genoveva Oviedo Brítez, hermana del detenido líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Alcides Oviedo Brítez, le confirmó al diario Última Hora que las niñas asesinadas por las Fuerzas de Tarea Conjunta del Ejército paraguayo (FTC) fueron identificadas como María Carmen (nacida el 5 de febrero de 2009) y Liliana Mariana (nacida el 29 de octubre de 2008), hijas que Osvaldo Villalba tuvo con Magna Meza y Liliana Villalba, todos líderes guerrilleros que lograron escapar de la redada.
Nexo con Argentina
La agencia Nova dijo también que tanto María Carmen como Liliana Mariana eran ciudadanas argentinas. La mujer sostuvo que las niñas no eran parte activa del grupo armado, que vivían en la ciudad de Encarnación y que estaban en el campamento de manera temporal para festejar un cumpleaños.
En su cuenta de Facebook compartió un largo escrito en el que condenó el accionar de los militares y reclamó que los cuerpos de las niñas sean entregados a sus familiares.
“Queremos los cuerpos para dispensarles el funeral que merecen. Nos despediremos de ellas y así descansarán en paz. Una paz que en sus cortas, heroicas e ilustres vidas no le han permitido tener quienes se empeñan en defender lo indefendible”, sostuvo.
Explicó, además, que las menores tuvieron que salir del país y adoptar la nacionalidad argentina debido a la “persecución” de la que eran objeto. Señaló que Aurora y Liliana tuvieron “mucho más valor que todos esos militares y policías que las han arrodillado y ejecutado”. También agregó que, una vez muertas, “hicieron pasar el tiempo” para buscar una vestimenta adecuada y presentarlas ante “la prensa hambrienta” como guerrilleras.
“No eran dirigentes, ni primer anillo. No eran los cuerpos de Magna Meza, ni de Liliana Villalba. ¡No!”, expresó.
Las niñas fallecieron en la mañana del miércoles recién pasado en medio de un enfrentamiento entre patrullas de la FTC y el EPP. El general Héctor Grau informó que la primera niña ocupaba un puesto de vigilancia y fue abatida por la primera patrulla y que la segunda cayó cruzando un claro junto con el resto del grupo armado.
El militar expresó además que el procedimiento no se grabó porque no cuentan con la tecnología para hacerlo y que en caso de contar con los equipos necesarios, el terreno hubiese dificultado el registro.
El sitio
De acuerdo a datos brindados por la Inteligencia del Ejército paraguayo, los campamentos estarían desperdigados en una zona clave boscosa del departamento Itapúa, donde se halla su capital, la ciudad de Encarnación, situada enfrente de la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones (Argentina), a unos casi 400 km de Asunción.
Fuente: Agencia Nova
