CASO MADDIE MCCANN: Amaral, ex comisario portugués dijo que “el secuestro de Maddie fue simulado”

Hoy el diario alemán Bild publicará amplio reportaje a Gonzalo Amaral, ex policía portugués que fue uno de los primeros en llegar a la escena del sitio desde donde desapareció Maddie y es el mismo que escribió un libro sobre el caso, dando fuertes indicios contra los padres de la menor desaparecida. (Foto: AFP).

LISBOA, Portugal (Especial-ABC.es-Por Rosalía Sánchez *). El ex comisario de la policía judicial Gonçalo Amaral, que hoy tiene 61 años, vive en Lisboa desde que se jubiló anticipadamente en 2008. Dirigió la investigación sobre la desaparición de Maddie McCann durante los primeros cinco meses del caso, en 2007, y sospechó desde el principio de los padres. Pero sus superiores no estaban de acuerdo con esta línea de investigación, fue apartado del caso y destituido.

Desde entonces no concedía entrevistas, hasta la conversación que ha mantenido con los reporteros del diario alemán Bild, que será publicada en su integridad hoy martes, en un programa especial sobre ‘El caso de Maddie McCann’. Según los fragmentos adelantados, Amaral no considera que la policía alemana esté en lo cierto al acusar como principal sospechoso a Christian Brueckner. “Brueckner no tiene nada que ver con la desaparición de Maddie. No sería la primera vez que se resuelve un caso construyendo un sospechoso”, dice, y sigue apuntando en la misma dirección que antaño, “los principales responsables de la desaparición son las personas que tenían la custodia de la niña: los padres”.

 

No había nervios. No fue una reacción normal

“Hasta el día de hoy no tengo ninguna duda de que el secuestro sólo fue simulado. Las pruebas a las que me remito son una ventana de la que nadie podía decir con certeza si estaba abierta o cerrada. Nos dijeron que el presunto secuestrador entró y salió por allí. Había huellas dactilares de la madre que mostraban que abrió la ventana. Fueron las únicas que se encontraron”, recuerda, “su comportamiento fue… extraño. Casi parecía que no había pasado nada. Les preocupaba más que no les sirvieran té que la ausencia de la niña… cuando deberían estar en estado de shock o nerviosos, pero no había nervios. No fue una reacción normal”.

Y añade a la lista de fallos en la investigación, que, a su juicio, han impedido hasta el día de hoy dar con las pistas correctas.

“¡Y explícame cómo alguien irrumpió en el apartamento sin dejar huellas dactilares ni de guantes!”.

“En las primeras horas, antes incluso de que sospecháramos de los padres, recibimos una lista de pedófilos que vivían en la zona. Brueckner estaba en esta lista. Los agentes llamaron a la puerta, pero no estaba en casa”, repasa las primeras pesquisas, “el fiscal alemán no debería seguir afirmando que tiene algo contra Brueckner en la mano. ¡Entonces acúselo! ¡Llévalo a la Corte! ¡Y explícame cómo alguien irrumpió en el apartamento sin dejar huellas dactilares ni de guantes! Las afirmaciones públicas del fiscal sólo sirven para la construcción del sospechoso, para que la gente diga: ¡Qué monstruo es este Brueckner!”.

 

La fiscalía alemana lo desprecia

La fiscalía alemana desprecia sin embargo las deducciones de Amaral. “No nos interesa la opinión de un ex policía portugués”, dice Hans Christian Wolters en el mismo documental, “suponemos que no tiene nuestros archivos. Por lo tanto, sus conclusiones son completamente irrelevantes”. Wolters no muestra ningún aprecio por el trabajo de la policía portuguesa: “Estaríamos felices si hubiera habido más resultados de la investigación de Portugal”, ironiza. Los padres de Maddie, Kate y Gerry McCann, no han querido sin embargo comentar las acusaciones de Amaral. “No damos entrevistas”, se ha limitado a responder el padre en un correo electrónico, “mientras las autoridades de investigación no nos aconsejen que lo hagamos”.

Según el informe provisional firmado por Amaral en septiembre de 2007, la hipótesis con más posibilidades era que la niña había muerto y se estaba ocultando el cadáver. En un análisis del retrato ya publicado del sospechoso alemán Christian Brueckner, el ex inspector no tiene dudas: “No puede ser, el alemán tenía el pelo corto en el momento de la desaparición de Maddie y los testimonios hablan de pelo largo. Seamos serios, se está induciendo a la opinión pública a sacar conclusiones erróneas”, se queja, y critica la divulgación de una fotografía actual del sospechoso en lugar de la imagen correspondiente a su aspecto en 2007.

Amaral está convencido, además, de que el fiscal alemán no leyó nunca ese informe. “Cuando el fiscal alemán dice que el hombre entró por la ventana, olvídalo, no leyó el archivo, no tiene información sobre lo que encontramos en aquella habitación en la primera inspección del cuarto, de lo contrario no haría esas afirmaciones”, dice. Amaral enfatiza que los oficiales de policía alemanes “no son incompetentes, son estrictos”, pero cuestiona que cuenten con el material de investigaciones previas necesario para que el caso sea resuelto de una manera “competente”.

El ex inspector hace, finalmente, un llamamiento a los investigadores del caso para que lean el proceso de principio a fin “o errarán en la investigación. Hay puntos que faltan en el proceso”, recordó, como el historial médico de Madeleine McCann, que no fue puesto a disposición de las autoridades por parte de la familia, un documento que podría ser esencial para la investigación.

“Tenemos que entender quién es la víctima. Los portugueses saben todo sobre la niña. Hay al menos una cosa que no saben: el historial médico. Ni los padres lo dieron ni las autoridades británicas nos permitieron acceder a él”, se queja, recordando la marca que la niña británica tenía en su ojo e insistiendo nuevamente en que Christian Brueckner “es un sospechoso casi perfecto, sólo necesita estar muerto”.

(*) columnista y corresponsal en Berlín del diario español ABC.