A pesar de los años y la vida displicente, Ronaldinho dio cátedra de fútbol en cárcel paraguaya

Luego del partido de fútbol dentro de la cárcel parguaya, Ronaldinho posó junto a los otros presos. Todo un personaje el ex astro del fútbol brasileño. (Foto: Jorge Sáenz-AP).

 

Corriendo como puntero derecho, hizo de las suyas el preso por los pasaportes. (Foto: Jorge Sáenz-AP).

ASUNCIÓN, Paraguay (Especial-Sputnik). El legendario ex futbolista brasileño Ronaldinho, detenido en Paraguay por tener un pasaporte falso, jugó su primer partido como preso.

El atleta dejó a todos boquiabiertos al marcar cinco goles, lo que le permitió a su equipo lograr una contundente victoria por 11 a 2. Las imágenes del amistoso, celebrado en un centro penitenciario de Asunción, pronto se hicieron virales.

Según fuentes policiales, el equipo rival de Ronaldinho fue liderado por el ex diputado paraguayo Miguel Cuevas, acusado de enriquecimiento ilícito. Tras ganar el partido, el equipo del ex astro del Barcelona se llevó un peculiar premio: un lechón de 16 kilogramos. Otro detalle curioso es que el crack brasileño tuvo que pedirle a uno de los agentes de seguridad que le preste los botines para poder salir a la cancha.

 

El raid

El 7 de marzo, Ronaldinho fue detenido junto a su hermano y remitido a la Agrupación Especializada de la Policía Nacional a disposición del Ministerio Público por presentar pasaportes falsos. El abogado del ex futbolista confirmó que los documentos eran falsos y dijo que eran un regalo de un empresario que también fue apresado.

Ronaldinho fue jugador de fútbol entre 1997 y 2018, pasó por distintos clubes como el Gremio de Porto Alegre en su país, París Saint-Germain, FC Barcelona y Milan. También fue jugador de la selección brasileña, en la que debutó en 1999.

El caso del jugador brasileño, uno de los grandes malabaristas y creadores de los famosos jueguitos con un balón del fútbol, que hoy miles de eximios jugadores o exhibidores lo realizan solos, en un entrenamiento o en una presentación o exhibición comercial, es un caso único en el fútbol. Porque este “loquito” siempre lo hizo dentro de un campo deportivo en pleno juego. Eso es lo que lo hace grande, incluso por encima de grandes jugadores como Pelé o Maradona o el mismísimo Messi, que fue su compañero casi cuando se estaba yendo del Barcelona.

Hoy sigue con sus locuras, pero en la calle. Así que esta última es la que lo llevó a la cárcel en Paraguay, donde por lo menos se divierte y divierte a sus compañeros presos.