LAS CUEVAS DEL BANCO CENTRAL: el Gobierno necesita más firmeza para por decreto acabar con el “negocio” de 20 pillos con el “mercado” del dólar

Muchas mesas de dinero están manejadas desde dentro del BCRA, según el periodista Lucio Di Matteo. Habría que hacerse una depuración a fondo en la entidad financiera madre de la República Argentina. (Foto: NA).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). Por más esfuerzos y medidas que tome el Gobierno nacional para estabilizar el dólar y el permanente “manejo” de un dólar paralelo que llaman “blue” no tendrá éxito, “porque es una forma de vida de un pequeño grupo de especuladores que nace en las corroídas estructuras de una espesa trama burocrática donde se asienta el Banco Central de la República Argentina (BCRA)”.

Un BCRA con distintos departamentos burocráticos, que hacen a su manejo y administración, es conducido por cerca de 3.100 empleados, cifra que creció enormemente luego del ingreso de Macri a la presidencia en diciembre de 2015. Hasta ese momento el número de empleados casi llegaba a los 2.600 empleados.

Bueno, toda esta gente maneja, en su gran mayoría, “información confidencial y de gran utilidad para el manejo financiero del país”. Entonces, se han creado un “submundo de espías que van en busca de esa información confidencial, que luego venden a cronistas o redactores de medios de prensa financieros, a banqueros, a especuladores, cueveros, sobre las políticas o directrices emanadas desde su órgano rector o las que podrían darse en un futuro cercano”. Entonces, es muy difícil que “todo ello se pare, si son los mismos personeros del BCRA los que especulan con los vaivenes del dólar; porque qué sentido tendría vender o hacer negocios con la moneda del dólar, si el mismo está parado o no hay un mercado que lo solicite”.

 

Un negocio bien aceitado

Que el Banco Central sea rehén de propios y extraños es “negocio muy redituable” para muy pocos, de los que se valen “economistas, cueveros, periodistas, agentes bursátiles y fondos de inbersión que asesoran o trabajan en tándem para que las variaciones del valor del dólar vayan siempre para arriba”. No les llama la atención que, “¿nunca se preocupan por las variaciones del marco alemán, por el yuan, por el euro o el marco suizo, pero sí por el dólar?”. Este punto es muy interesante tocarlo: “porque son los mismos agentes del mercado o los funcionarios del BCRA los que propenden a que esta situación no cambie nunca. Porque allí está el negocio de permanencia en una entidad que está para controlar al mercado y no como sucede ahora, donde es el mercado el que la controla”. Allí está la debilidad de este Gobierno, que podría dar un volantazo de 180 ° y comenzar a servir a las mayorías.  Además, no puede haber una “inflación tan alta, cuando los valores de los servicios públicos como de los combustibles están casi congelados. Las variaciones tendrían que ser mínimas”.

Hasta existe un medio de prensa del BCRA, de su división de Investigaciones Económicas, que “en sociedad con investigadores del CONICET, publicaron en agosto de 2015, un ensayo referido a las viabilidades que le posibilitaba el ‘mercado’ para desempeñarse con transparencia y solvencia”. En uno de esas presentaciones del referido ensayo, titulado “Reimaginando la banca central”, su autor Perry Mehrling, dice: “Pero el desafío de reimaginar la tarea de los bancos centrales no se debe sólo a la crisis. En retrospectiva, la crisis puede ser vista como la primera prueba completa del sistema emergente de globalización financiera que se venía construyendo paso a paso desde hacía tres décadas, por lo menos. La dimensión ‘financiera’ de esta construcción ha significado la integración siempre creciente de los mercados de capitales con los mercados monetarios. El llamado ‘shadow banking’, que implica el financiamiento de los préstamos del mercado de capitales a través del mercado monetario, es la forma institucional por antonomasia de esta nueva construcción (Mehrling et al., 2013). En tanto, la dimensión de la ‘globalización’ ha implicado la integración siempre creciente de los mercados de dinero de todo el planeta con el mercado central de fondeo en dólares. No sólo es el dólar la moneda de reserva del mundo, sino que el mercado monetario en dólares es el mercado de dinero del mundo y está ligado a todos los demás mercados de fondeo mediante los mercados cambiarios, todos los cuales cuentan con diversos niveles de soporte de los bancos centrales nacionales (Mehrling, 2013). Cualquiera de estos desarrollos por sí solo hubiese justificado una revisión de la tarea de los bancos centrales, aunque no hubiese habido crisis”. Nunca habla de otra moneda que no sea el dólar y se nota que trabaja para no romper este esquema corrupto que les hace mal a los países.

 

En 2017 hice publicación de las medidas con las se terminaría con la especulación

En pleno momento del Gobierno Mauricio Macri, publiqué una serie de medidas que se podría tomar para acabar, o por lo menos frenar con este alto grado de especulación:

1.- Por decreto nacionalizar toda la economía, donde por ejemplo tanto vehículos como bienes inmuebles deben ser tasados y negociados en moneda nacional. Prohibir toda publicación de precios, alquileres o ventas de inmuebles en dólares.

2.- Por decreto, exigir que los exportadores tienen un plazo de 10 días para liquidar sus ventas al exterior en cualquier moneda extranjera.

3.- El único banco autorizado para vender moneda extranjera es el Banco de la Nación Argentina, que se regirá por la normativa que dicte el Gobierno nacional al respecto. Y sólo será para turismo, con presentación de pasajes de ida a cualquier destino del mundo.

4.- Las empresas que solicitan dólares para compras de insumos en el exterior, deberán presentar aval en la misma cantidad de los dólares que solicitan y hacer declaración jurada sobre lo que se debe importar. Si es una multinacional, la misma deberá solicitar que su central pague esas acreencias. Este es un punto central, para evitar las avivadas de los que solicitan “dólares para hacer negocios personales”.

5.- Las casas de cambio serán sólo habilitadas para vender o comprar moneda extranjera a turistas, pero sus personeros estarán prohibidos para operar “mesas de dinero”. Deberán pagar altos impuestos.

Es necesario que el Gobierno tome directa intervención del “mercado”, sin mostrar debilidad, para evitar el trabajo de “hormiga y de desgaste” de cualquier plan del Gobierno para estabilizar la economía.

Fuente: http://www.bcra.gov.ar/Pdfs/Investigaciones/72_ensayos.pdf

 

Manejó la mesa de dinero del BCRA mientras asesoraba fondos del exterior

 Por Lucio Di Matteo (NA) – Julio 2020

En la historia del endeudamiento externo de la Era Macri, que hoy se evidencia impagable, los nombres más recordados son Federico Sturzenegger, Alfonso Prat-Gay, Luis “Toto” Caputo o Nicolás Dujovne, entre otros. Pero hay otro ex funcionario que, a pesar de su bajo perfil, no sólo fue clave durante la mayor etapa de endeudamiento voluntario (antes de recurrir al FMI), sino que además se lució dando una charla TED sobre el fin del dinero en efectivo. Demián Axel Reidel, apodado “Satán” por sus compañeros de aventura.

En su poco más de un año y medio como funcionario, desde el 2 de diciembre del 2016 hasta junio del 2018, se fue con $ 16,1 millones de pesos más que cuando entró, según informó el diputado (entonces opositor) Rodolfo Tailhade en una sesión de la Cámara Baja de octubre del 2018. Esa cifra es pequeña para lo que maneja Reidel, pero al tipo de cambio de cuando asumió era casi un millón de dólares.

Este físico del Instituto Balseiro, que luego estudió matemática financiera en la Universidad de Chicago, se formó como financista en las mesas de dinero del JP Morgan y Goldman Sachs. Cuando le ofrecieron ser director del Banco Central, donde llegó a ocupar el cargo de vicepresidente segundo, pidió no cobrar sueldo para seguir haciendo sus negocios particulares. En definitiva, terminó cobrando sueldo, mientras que al parecer siguió con su actividad particular.

“Federico (Sturzenegger) se lo ofreció a Mauricio (Macri), que lo compró enseguida. Como asesoraba a un fondo de inversión, y a dos bancos de Estados Unidos (el Citibank entre ellos), se planteó el tema de posibles conflictos de intereses. Pero no se lo consideró un obstáculo, y Reidel nunca dejó de asesorar a sus clientes”, resume -en diálogo con NA- un ex funcionario del Banco Central que pidió no ser identificado y tuvo trato habitual con ambos.