BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Ayer se vio cómo el Gobierno Nacional debiera haber hecho “debutar” a su flamante vocero presidencial, Juan Ross, luego de la andanada de mentiras y artero ataque de Elisa Carrió contra el nuevo ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, luego de su juramento el día lunes, en el programa “El Primero de la Semana”, que conduce Morales Solá en TN.
En el mismo la ex diputada volvió a “insistir sobre lo que está comprobado, no sólo por la ex fiscal de la causa Nisman, Mónica Fein, sino que existen pericias de partes, que luego la Mesa Judicial de Mauricio Macri hizo revertir con una pericia trucha de Gendarmería Nacional, donde está claramente verificado que el ex fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, se suicidó. Nadie hubiera podido entrar, ni siendo Superman o el Hombre de Goma, a un estrecho baño que estaba cerrado con el pasador por dentro. Eso sólo ya es motivo, para descalificar cualquier otra argumentación”. Pero la Mesa Judicial, a los que se suman, como batería de apoyo, todos los operadores mediáticos que maneja la Embajada norteamericana en el país, hizo dar vuelta el trabajo de la fiscal Fein.
Esa era una buena oportunidad para parar el permanente “chantaje como escrache de sujetos que juegan abiertamente contra el pueblo de la nación”, donde el Gobierno tiene que hacer valer no sólo la responsabilidad de velar por una gestión de administración, “sino velar por el cuidado de cada uno de las personas que componen ese Gobierno”.
Y allí era una buena oportunidad para que el vocero presidencial tomara cartas en el asunto, con toda la información que seguramente dispone sobre “las causas inventadas por Carrió, Olivetto, Marcelo D’Alessio, a los que se sumaron Santoro, Lanata, Majul, Wiñazky, Leuco”, para decir que “lo que expresó Carrió es una mentira tan grande, que seguir insistiendo en ello, la pone a mano para que un fiscal de oficio la denuncie penal y civilmente, para que sepa que no es nomás de ir a sentarse a un set televisivo a agredir personas con investidura oficial”.
De esta forma el vocero presidencial, mostrará que “realmente está honrando el cargo y está posibilitando que todos los funcionarios del Gobierno tengan un respiro con los medios, además de tiempo, para volcar su actividad a lo que realmente es imprescindible para el país”.
Es un tema central el de la comunicación. No es un tema menor.
