BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Siempre el Gobierno nacional habló de prioridades. Y en ese sentido una de las cosas que debe escuchar de muchos sectores del país, que la están pasando mal es el sentido de las prioridades. Así, de acuerdo a cálculos de la misma Secretaría de Turismo de la Nación, en plan de vacaciones, antes de la declaración de la pandemia, se fueron unas 65 mil personas aproximadamente. Pero resulta que el Gobierno informó que ya lleva repatriados más de 180 mil personas. Y allí las cuentas no cierran.
Una cosa es traer a la gente que se fue eventualmente en plan de vacaciones, porque fue a vivir en hoteles o en casa de amigos, pero otra cosa es poner en peligro a tripulaciones de aviadores para traer a otros que “directamente se fueron a vivir casi definitivamente, porque el país no les brinda las condiciones que creen merecer o porque directamente reniegan del actual modelo de Gobierno”.
Describiendo lo último, entre octubre de 2019 y diciembre de 2019, se fueron del país “unas 150 mil personas, que muchas de ellas lo dijeron públicamente que “este país se iba a la mier…coles, y que no iban apoyar ninguna corrupción populista”.
El más claro reflejo de lo que expresamos como medio, lo dan los millones de mensajes cruzados en las redes sociales. Pero ahora “se sienten argentinos y más que ninguno, cuando han podido otear que Europa es un continente aburguesado, viejo y pestilente; y que todo lo que te venden las agencias de publicidad como de turismo está inserto en las grandes mentiras sobre el ‘primer mundo’ “.
Un caso flagrante
Un caso para estudiar es la del ex gobernador salteño Juan Manuel Urtubey junto a su esposa Isabel Macedo y su hija, que “están entre los repatriados, que jugaron en contra del país, apoyando políticas neoliberales, cuando sabían que las mismas iban a destruir todo el aparato productivo del país”.
Y en una estrategia de la Logia Masónica a la cual pertenece Urtubey, lo sacan del ruedo nacional para que “esconda sus verdadero pensamiento —en una palabra “para que no se queme”— neoliberal y al servicio de las corporaciones sionistas y se redima ‘como profesor de una universidad católica española”, para luego entrar a tallar, “para ellos” por supuesto, en la elección de 2023. Es la carta bajo la manga de la derecha y ultraderecha nacionales.
Pero si algo tiene de bueno el Covid-19, es que está sacando a la superficie “toda la roña, toda la basura, que se barre bajo de la alfombra”.
