OPINIÓN: “El ‘blitzkrieg’ ruso”

El "blitzkrieg" o guerra relámpago es lo que trata de imponer Rusia sobre Ucrania. Pero no todos dicen la verdad sobre lo que realmente pasa en Ucrania. (Foto: Editorial Popular).

NUEVA YORK, EE.UU. (Especial para EL SOL ABC-Por Felipe A. Priast). La vida está hecha de momentos memorables, momentos que quedan en la mente para siempre, y anoche fue uno de ellos para mí. Anoche, sin que pudiéramos haberlo anticipado, pues compramos las boletas la semana pasada, mi mujer y yo fuimos a ver una presentación de la orquesta sinfónica del “Arizona MusicFest” interpretando un programa que incluía a Rachmaninoff y a Rimski-Korsakov. El Concierto de Piano No. 2 de Rachmaninoff, para ser más precisos, una de esas piezas en las que uno llora por que llora de lo bellas que son. Y, efectivamente, los dos acabamos soltando lágrimas ante la impecable interpretación del piano de Inon Barnatan, un pianista israelí que ya se perfila como uno de los grandes del mundo (en el intermedio tuve la oportunidad de estrechar su mano; un tipazo, además). Muchas emociones represadas fueron liberadas por mi mujer, a quien hace dos días una paciente insultó en su consultorio al enterarse que la atendía una odontóloga rusa. Supongo que oír a Rachmaninoff fue una especie de reencuentro con su tierra, una tierra que ahora se ve distante por la guerra. Para rematar el cuadro sombrío que se avecina, una sobrina suya que estudia en Utah se ha quedado sin los fondos que le envía su madre desde Rusia, porque el banco de la madre es uno de los sancionados. En otras palabras, por cuenta de esta guerra le ha caído otra “hija” que mantener, por lo menos hasta que su hermana encuentra la forma de resumir la manutención de su hija.

Todos queremos que esta guerra acabe pronto, y el “Tío Vlad” también parece querer lo mismo. A pesar de la desfortuna que representa una guerra, como estudioso de la teoría militar que soy no puedo dejar de admirar esta especie de “guerra relámpago” –o “Blitzkrieg” en su acepción original germana– llevada a cabo por el Kremlin. Mientras la línea del frente en la región del Donbás se mantiene a la defensiva, múltiples pinzas de ataque han caído sobre Ucrania desde diversos puntos: tropas anfibias han desembarcado en Odessa, el principal puerto ucraniano en el mar Negro, y en Mariupol, en el mar de Azov.

Por otro lado, tropas especiales rusas han capturado el complejo nuclear de Chernobyl, en el norte, y comandos han caído por sorpresa en sitios estratégicos por toda Ucrania, incluyendo Karkhiv, Lviv, Dnipro y Kiev. Veo un mapa del asalto ruso y me parece estar viendo un mapa de la contraofensiva rusa de 1943 en el Don, después de la caída de Stalingrado. Los mismos sitios, los mismos ríos, los mismos lugares estratégicos de aquel entonces.

Hoy ya los rusos han entrado en Kiev. El corrupto régimen de Zelensky (de quien se dice que ya se ha robado un billón de dólares) parece tener fecha de caducación. Muy probablemente Zelensky coja su billete y se escape al Oeste, en donde lo van a recibir como a un mártir. Pero este tipo, ni nadie del estamento político ucraniano, son mártires. Ucrania, para los que no lo saben, es un país híper-corrupto, más que Colombia, lo que ya es decir mucho. De ser la segunda república más rica de la extinta Unión Soviética, Ucrania ha pasado a ser el país más pobre de Europa. Y casi todo debido a la corrupción, combinada está con cierta vena fascista. En los 8 años de conflicto en la región de Donbás los ucranianos han masacrado a 15 mil rusos étnicos, pero de eso no se habla en Occidente. La influencia del fascista Stepan Bandera en la política ucraniana todavía se siente hoy en día. Hay monumentos en honor a Bandera por todo el país. Y eso no es nuevo muchos casos, en la Wehrmacht. Eso que dijo ayer Putin es cierto: la vena pro-europea de Ucrania, esa. Los ucranianos recibieron a los nazis con los brazos abiertos cuando Hitler invadió Rusia en 1941. Cientos de miles de ucranianos sirvieron en las fuerzas militares alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, en que quiere ingresar a la OTAN y hacer parte de la EU, tiene mucho de neo-fascista, una corriente que es muy fuerte en toda la Europa del Este. Entonces, ¿esos neo-fascistas son los que quieren ingresar a la OTAN y sembrar su territorio con misiles apuntando a Moscú? ¿En verdad alguien con dos dedos de frente cree que Rusia va a aceptar eso? El peligro no es que Polonia, Hungría y Ucrania hagan parte de la OTAN. El problema es que, en esos países, el neo-fascismo es fuerte. Si la OTAN se va a convertir en una organización de vena neo-fascista, va a perder su credibilidad pues su semilla existe en el triunfo sobre el fascismo.

Nada de extrañarse, pues, que Colombia sea “miembro asociado” de la OTAN. Colombia apoya todo lo que suene a fascista, es la naturaleza de nuestro “establishment”, un franquismo tropical que se rehusa a morir.

En todo hay que ver las dos caras de la moneda. Y la única cara que se ve en medios occidentales es la de Estados Unidos y sus aliados. Pero los líderes europeos no son idiotas. Ayer Der Spiegel sacó un muy buen artículo preguntándose si más bien los rusos no tendrían la razón. En Alemania no todo el mundo está convencido de la culpabilidad rusa. Tampoco en Italia o la mismísima Francia. India se ha rehusado a condenar la invasión rusa, y los chinos están con Putin. Incluso acá, en los Estados Unidos, el Partido Republicano está dividido en cuanto a la condena a Putin. Esta vez no veo una condena internacional convincente en el firmamento. Sí, se han impuesto sanciones sobre Rusia, pero nadie parece muy convencido de la efectividad o la necesidad de ello. El argumento ruso es válido, y hasta ahora los rusos han hecho la guerra limpiamente, sin bajas a civiles. Incluso por ahí oí que, soldado ucraniano que deje las armas, se puede marchar tranquilamente a su casa. Y ese cuento de que Rusia está invadiendo Ucrania porque Ucrania es rica en recursos naturales es una tontería. Rusia es un país bastante rico en recursos, quizá el más rico del mundo, y no está invadiendo por eso. Está invadiendo porque Ucrania es un país de corriente neo-nazi que quiere ingresar a la OTAN y poner misiles en su territorio apuntando a Moscú y San Petersburgo, y eso es inaceptable.

Y ahora que todo parece perdido, salen los ucranianos dizque a querer negociar. ¿Por qué no quisieron negociar hace una semana? ¿Por qué esperaron hasta que los invadieran? ¿Por qué duraron 8 años sin voluntad para negociar?

Que alguien tome nota en Colombia, pues esos son los resultados de un régimen híper-corrupto: la idiotez y la ineptitud. Sólo invadidos y derrotados, los ucranianos y Occidente han mostrado interés en negociar. Así no se puede, así no es.

P.D: Que dizque Duque está pensando en enviar tropas a Ucrania, leí por ahí. Que quiere dizque mandar un contingente para que se una a las tropas de la OTAN. Por favor, que alguien le diga a ese idiota que baje la cabeza estos 5 meses que le quedan en la presidencia. Papito, ¡no haga nada!, quédese tranquilito hasta el 7 de agosto del 2022, ¿sí? Definitivamente, no se puede ser más patético que Duque…