NO HAY TURISMO O HA BAJADO: aparte de la pandemia, en la Quebrada y Puna de Jujuy, los hoteles te “arrancan la cabeza” con los precios

Las calles de Humahuaca que sabían estar atestadas los fines de semana, hoy están a un 40 %. Es que los precios altos les juega en contra, como asimismo la pandemia. (Foto. EL SOL ABC).

TILCARA, Jujuy (Especial-EL SOL ABC). Días pasados uno de nuestros colaboradores fue a pasear a esta ciudad turística, aprovechando las vacaciones de invierno, porque él reside en Salta. Pero volvió espantado por los precios que se cobran en distintas localidades, como Purmamarca, Humahuaca, Tilcara y otras de la zona, pero principalmente en las tres nombradas en primer lugar.

Así la misma persona nos relató que “parece que en una sola persona o en una pareja se quiere recuperar la falta de turistas, que ha caído en más de un 60 %, por la pandemia primero, pero lo más seguro es por los exorbitantes precios que se cobran, pero sin caérseles una lágrima de vergüenza”, nos aseguró el colaborador de EL SOL ABC.

Mientras la provincia de Salta, el Gobierno provincial hace distintas campañas en la que se acoplan las distintas cámaras como asociaciones de hoteleros, bares y afines, en Jujuy se adolece de estas políticas, “porque nadie quiere colaborar, porque nadie quiere poner” y por eso fracasan.

Los precios de las comidas regionales como del alojamiento por noche están muy sobrevaluados. (Foto: EL SOL ABC).

Nuestro cronista nos dio un pequeño resumen, porque mucho no pudo hacer, porque se quedó una sola noche, porque cuando fue a preguntar por una habitación de hotel de 3 estrellas, “los precios oscilan entre 4 a 6 mil pesos por noche, o un bungaló a $ 15.000 por día. Están casi al mismo precio que una habitación en el Waldorf Astoria, frente al Central Park, en Nueva York, exagerando un poco. Pero se pasan, con los precios y entonces, cómo pueden creer que la gente de clase media, la que tiene un poco de posibilidades, pueda volver. Si no ponen los pies en la tierra y no se adecuan a realizar planes especiales, con precios accesibles, tanto en comida o alojamiento, el interés en visitar la Quebrada y Puna, quedarán para otra oportunidad y los perjudicados son ellos mismos. Debieran acordarse de que estamos en pandemia y la economía recién está recuperándose”, nos definía nuestro colaborador.

Finalmente, nos aseguró que, por ejemplo, me senté a almorzar, pedí, para mi esposa, 6 tamales y dos gaseosas chicas, cuando vino a cobrarme me cobraron 1.600 pesos. Pareciera que la chala de choclo que se utiliza en el tamal fuera de oro. Así no muchachos, bajen a la Tierra”, nos dijo José, que urgentemente volvió a su casa en Salta aterrado.