DOHA, Qatar (Especial para EL SOL ABC-Por W. Panzeri). Marcando el ritmo y con la cara de Van Gaal muy preocupado comenzó el partido de ayer en un estadio donde juega la Selección se llena.
Al día de hoy los árabes en general y los extraños están comenzando a entender la “pasión argentina” por el fútbol: un estadio lleno, con el fervor de los cánticos y todo el colorido celeste y blanco, que tuvo de todo. Así un Messi, De Paul y McCallister, junto a Molina haciendo de abánico, mientras el sacrificio de Enzo Fernández, comenzaron a copar todo el ancho del frente de ataque, mientras que los jugadores del ahora Países Bajos tenían la estrategia de esperar y jugar a los pelotazos para sus altos delanteros Cody Gakpo y Steven Bergwijn.
Pero a medida que transcurrían los minutos se vio que la Selección era superior en juego, por posesión, a lo que luego entró en la misma dinámica la selección dirigida por Van Gaal. Aquietar el juego, volverla para atrás y sacar pelotazos para Gakpo o de Jong, que eran los que más llevaban juego a la zona defensiva de Otamendi, Romero y el Dibu Martínez.
Lo tengo que decir: muy sospechosa la actuación arbitral de Antonio Mateu Lahoz, que en todo momento quiso ser el centro de atención del partido, y así llenó de tarjetas amarillas al cuadro nacional. A lo que hay sumar, el grueso error de dar 10 minutos de prórroga, lo que le permitió a la “Naranja Mecánica” llegar al empate.
El resumen del partido. (YouTube).
Allí falló la estrategia de Scaloni, que con dos goles arriba, viendo que Van Gaal había puesto dos “torres” para jugar al cabezazo, y más cuando el primer gol naranja vino gracias al ingresado Wout Weghorst. Luego también hizo el segundo. La situación era buscar que Enzo y Messi la retuvieran en una zona cerca de los tiros de esquina, como se hizo contra México y lo mismo contra Australia. Hay veces que la estrategia nos lleva a ahorrarnos de dolores de cabeza posteriores.
Scaloni casi que responde a esta apreciación mía, cuando luego del encuentro dijo: “Hay veces que tenemos que sacrificar posiciones y jugadores, cuando en ‘ese momento’ tenemos que tomar una decisión… y también hay que pensar que el rival juega y molesta, y te saca de tu esquema”.
El partido
Desde el diario La Nación, sus periodistas deportivos enviados lo vieron así, a los momentos más difíciles de la Selección: “El 2 a 0 parcial llegó en el complemento, cuando parecía haber pocos espacios para convertir. Marcos Acuña se proyectó de gran manera por el sector izquierdo y fue derribado dentro del área por el joven defensor de Ajax, Jurrien Timber. Mateu Lahoz sancionó la pena máxima y Messi, con un remate fuerte, cruzado y certero al ángulo, aumentó la ventaja albiceleste para convertirse en el máximo goleador histórico de la selección en Mundiales, junto con Gabriel Batistuta, con 10.
”Sin embargo, quizá instintivamente, el equipo se replegó en demasía y sufrió las consecuencias de un equipo que optó por enviar centros constantes para aprovechar la altura de Wout Weghorst, que reemplazó a Memphis Depay pocos minutos después del gol de Messi. Justamente Weghorst, con dos goles, fue el responsable de la reacción neerlandesa. El delantero de Besiktas de Turquía recibió un gran centro de Steven Berghuis desde el sector derecho y se anticipó a Lisandro Martínez para poner el 2 a 1 parcial de cabeza.
’’Luego, con Países Bajos volcado completamente en zona ofensiva, el empate llegó mediante un tiro libre. Germán Pezzella, que ingresó en reemplazo de Cristian ‘Cuti’ Romero, empujó a Weghorst en la medialuna del área en el décimo minuto de descuento y Lahoz cobró tiro libre. Teun Koopmeiners tuvo ese segundo de lucidez extremadamente necesario para resolver situaciones adversas y, en lugar de patear al arco, optó por hacer un pase entre líneas para Weghorst, que definió de zurda ante la marca de Lisandro Martínez y la floja respuesta de Emiliano ‘Dibu’ Martínez, para llevar el partido al tiempo suplementario”, dijo el decano porteño.
Luego el suplementario, donde Argentina tuvo más la pelota y los últimos 15’ tuvo a la Selección holandesa contra de su arco, mostrando más despliegue físico que los grandotes.
Los penales
La última emoción para un día plagado de sorpresas, y cuando de acuerdo a lo que me enviaban desde distintos lugares de la Argentina, que está en plena ola de calor, fotos de emoción y de mucha familiaridad en torno de ver el Mundial en distintos lugares: casas particulares, parques abiertos (como el Centenario en CABA), bares y confiterías.
Es así que todos duros, y el mismo estadio lo era, cuando se fue a los penales y el Dibu comenzó a bocetar el sueño del pase a los cuartos de final. Y atajó con el corazón y toda su polenta, además de su plasticidad para atajar dos tremendos pelotazos, muy bien ejecutados por los naranjas. A partir de allí se gestó la alegría, que terminó con la excelencia de bombazo al palo derecho del arquero paisbajeño por parte de Lautaro Martínez.
