MARCHE UN PLAN DE PROSCRIPCIÓN: El objetivo, garantizar que CFK no pueda participar de la contienda electoral

El pueblo se prepara para la última estocada criminal de la Justicia, comandada por EE.UU. e Israel, para dejar fuera a Cristina Kirchner. (Foto: Charo Larisgoitía).

BUENOS AIRES (Especial-El Cohete a la Luna-Por Dra. Graciana Peñafort). La historia es simple. Cristina Fernández de Kirchner pidió su sobreseimiento en la causa que conocemos como “La ruta del Dinero K”, frente a la negativa del fiscal y del juez de cerrar esa causa donde, y, hasta la fecha, no existe una sola prueba que involucre a la Vicepresidenta en un ilícito penal. Un claro ejemplo de eso que decimos los abogados respecto a que el proceso en sí mismo constituye un castigo. Alguien queda involucrado en causa penal y luego la investigación dura tanto tiempo y el escarnio sobre el acusado es tan feroz que se torna un castigo anticipado cuando no existe una sola condena y, en este caso, ni una sola prueba. El pedido de sobreseimiento de CFK luego fue desistido por su defensa.

Lo llamativo de la sentencia que acepta el desistimiento fueron los términos que utilizó el juez Mariano Llorens, quien consignó en su voto: “Vuelve este legajo a mi conocimiento luego de que el Dr. Beraldi, a cargo de la defensa de Cristina Fernández de Kirchner, desistiera de la apelación interpuesta contra la decisión del juez de la instrucción de no hacer lugar a los pedidos de cese de producción de prueba dispuesta y sobreseimiento de su asistida. En estas condiciones, el legajo debe volver a la primera instancia para que siga su trámite, conforme lo resolviera el juez a cargo de la investigación y según el impulso que sostuviera el representante del Ministerio Público Fiscal respecto de la vigencia de la acción penal pública, conforme a la imputación que se le formulara a la imputada”.

«II. Sin perjuicio de ello y tal como lo sostuve en los precedentes: CPF 3017/1/324/CA86, caratulado’De Marco, Antonio s/ falta de acción’ y ‘CFP 3017/13/325/CA88, Damiani Sobrero, Juan P. s/ excepción de falta de acción’, criterios que fueran reiterados unánimemente por este Tribunal en esta misma causa y conforme a las prescripciones contenidas en el art. 207 CPPN, entiendo que corresponde –de manera urgente— que el juez reasuma la instrucción –en este aletargado proceso— para resolver la situación procesal de Cristina Fernández de Kirchner en lo inmediato, oportunidad en la que deberá analizar la prueba contenida en la presente, la sugerida por el Ministerio Público Fiscal —de resultar pertinente— como así también toda aquella agregada en los expedientes vinculados de manera conglobada recordando que se tratan de distintos tramos de conducta asociado a un único designio criminal, como ya fuera expresado reiteradamente en los precedentes citados”.

Compárese con lo que expresó en el mismo caso el otro juez que votó, Eduardo Farah: “Que, en esta instancia, la única parte apelante (Dres. Carlos Beraldi y Ary R. Llernovoy, a cargo de la defensa de Cristina Fernández de Kirchner) desistió del recurso interpuesto contra la decisión que no hizo lugar al pedido de sobreseimiento de la nombrada. Entonces, por imperio legal (art. 454, CPPN), cabe tomar nota de esa disposición del litigante y tener por desistido el remedio”. Así de simple, la aceptación del desistimiento como suele hacerse en Comodoro Py.

Cómo quedaron pretéritas las épocas en que los jueces hablaban sólo por sus sentencias, hoy los jueces hablan con los periodistas y les dicen cómo interpretar su fallo. Tal fue el caso de Mariano Llorens, que se apresuró a avisarle a los periodistas judiciales qué quería decir su voto. Lucía Salinas consignó en el diario Clarín que “el juez de la Cámara Federal Mariano Llorens pidió que, en la investigación de la Ruta del Dinero K, se tomen en cuenta también los expedientes de otras causas de corrupción en los que está involucrada Cristina Kirchner. Según el juez, los expedientes deben ser investigados bajo «un único designio criminal”. Así, las causas de la Ruta del dinero K, Vialidad —que está en pleno juicio—, Hotesur y –por lavado de dinero– y los Cuadernos de las Coimas deberían ser contempladas por el de manera ‘conglobada’».

Primer consejo de orden práctico: no contarle planes a Llorens. A veces no puede evitar boquearlos. Porque más allá de lo que publicó la periodista, debo recordarles tanto a ella como a Mariano Llorens que en las causas Los Sauces-Hotesur, Cristina Fernández de Kirchner está sobreseída desde noviembre de 2021.

Lo consignado en su voto por Llorens y lo explicado por Salinas es lo que yo llamaría el “Plan Py”. Básicamente el plan primario de los poderes económicos de este país, ejecutado con toda desprolijidad por su más fiel esbirro: el Poder Judicial, y que consiste en proscribir a CFK de la contienda electoral e impedir que ocupe cualquier cargo público en el futuro.

¿Y por qué desearían algo así los poderes económicos? La respuesta es sencilla: porque luego de la experiencia con Mauricio Macri han concluido que, mientras la Vicepresidenta continúe teniendo la centralidad política que posee, ningún gobierno de corte neoliberal va a poder ejecutar las políticas que desee en paz. Cristina Fernández de Kirchner se erige como el mayor eje de resistencia a la implementación de las políticas neoliberales en nuestro país. Es en torno a ella que se ubican las conductas de resistencia a dicha implementación. Y es en torno a ella que se centra la esperanza de millones respecto a que es posible dar la pelea para evitar que el neoliberalismo dirija y domine los destinos de este país.

Es lo que aprendieron los poderes económicos durante el macrismo. Que Cristina, aun perseguida y hostigada, aun vilipendiada, aun angustiada por sus hijos, da la pelea y nuclea las voluntades de millones y cambia el rumbo de la historia.

Piensen sino en lo que sucedió durante el gobierno de Macri. En el tramo en la que la persecución contra CFK arreciaba, aun así, CFK tuvo arresto de organizar y encabezar Unidad Ciudadana. Porque si hay algo que caracteriza a la Vicepresidenta es que no conoce el miedo.

Yo tengo fresco aún el recuerdo de ciertos días del 2018. El país volvía someterse al yugo casi intolerable del FMI, como resultado de un festival de timba financiera, y el peronismo daba por perdido el 2019, Cristina comprendió que para ganarle al proyecto económico de hambre y exclusión que traía el macrismo, se debía reunir al peronismo. Así que lentamente empezó a dialogar con los diferentes sectores, incluso con aquellos que la denostaban en público y privado. Y lo consiguió, acordó con todos y el peronismo volvió a ganar.

Todo eso lo hizo mientras era perseguida, espiada y hostigada. Por eso mismo ahora quieren excluirla. Garantizar que CFK no pueda mantener su centralidad ni ocupar un cargo público.

El plan es simple… porque, a decir verdad, los malos de la historia solo son poderosos, no elegantes ni sofisticados ni brillantes. Digamos: igualitos a sus esbirros judiciales. Así que el plan no merece grandes análisis y gracias a Mariano Llorens ahora lo conocemos.

Consiste en reunir y tratar conjuntamente las causas que tienen involucrada a CFK y condenarla por delitos que llevan como pena aparejada la inhabilitación para ocupar cargos públicos. Les doy una primicia: será probablemente en la causa Vialidad donde buscarán la condena a Cristina. Sí, en esa causa que comenzó con un informe de auditoría que hizo un tal Iguacel y que concluyó que las obras viales estaban terminadas y que no se observaban sobreprecios. La misma causa donde los testigos de la acusación del fiscal Diego Luciani se fueron retractando de sus antiguos testimonios. De todos modos, y cortesía de Joaquín Morales Solá, sabemos que Luciani hará un alegato de acusación “conmovedor”. La frase textual de Joaquinito fue: “El fiscal Diego Luciani está preparando una conmovedora exposición sobre la corrupción en la obra pública con los dineros del Estado. Cristina Kirchner no quería que el juicio oral llegara al instante en que se abriera el micrófono del fiscal Luciani, porque supone que ese alegato será por sí solo una condena”.

Verán lo que les decía, que en este país no hace falta un juicio para castigar a nadie y que incluso para el principal columnista de La Nación, la acusación vale por condena. Porque pruebas… ¿Quién necesita pruebas cuando la condena está decidida de antemano, no?

Pero Don Llorens fue aún más explícito, no solo era la condena en “Vialidad”, sino que un camarista afirmó que “recordando que se tratan de distintos tramos de conducta asociado a un único designio criminal, como ya fuera expresado reiteradamente en los precedentes citados”. Y vamos de nuevo: ¿quién necesita pruebas ante la afirmación solemne y sin pruebas de que estamos frente “a un único designio criminal”, ¿no?

¿Cómo sigue? En mi opinión la condena de Cristina Fernández de Kirchner ya está escrita, sin pruebas, pero escrita, y saldrá en octubre, noviembre de este año. Y la defensa de CFK presentará recurso de casación, a fin de año. El que será rechazado digamos que, en abril del 2023, y entonces la defensa de CFK presentará el recurso extraordinario que será rechazado en junio. La defensa presentará el Recurso de Queja para llegar a la Corte y mientras tanto alguno de los denunciantes seriales se presentará ante Poder Judicial para solicitar la exclusión de Cristina de la posibilidad de ser candidata en el 2023. Y entonces la Vicepresidenta deberá recurrir a la Corte Suprema para solicitar que le apliquen el precedente Menem. Sí, aquel que exige sentencia firme para que la inhabilitación sea operativa. Estoy tentada de montar una garita de apuestas ilegales respecto al resultado de la intervención de la Corte respecto a Cristina. Pero no lo haré porque sería desleal, sé a ciencia cierta que esta Corte se especializa en no respetar sus propios precedentes.

En este ajedrez judicial pierde Cristina, cosa que lamento mucho, pero más lamento que el ajedrez se pasa por zonas pudendas nuestros derechos democráticos de elegir a nuestros representantes.

Como estoy especulando, puede que haya cometido algún error en los plazos. En lo que no me equivoco es que la proscripción política no es nueva en nuestro país. Y siempre que sucedió, sucedió acompañada de muchísima violencia. Y en un país donde nos espiaron, donde crearon doctrinas para encarcelar gente y donde el Estado y el Poder Judicial se olvidaron de los derechos y garantías y sobre todo de la ley, esa violencia puede alcanzar dimensiones que, de solo imaginarlas, me aterran. Esas son las horribles y posibles consecuencias del “plan Py”, que claramente contará, como ha contado hasta ahora, con la ayuda invaluable de la Corte Suprema.