LOS CORDOBESES RECIÉN DESPIERTAN QUE VOTARON A SU ENEMIGO: cruces y desconcierto en todo el ámbito provincial por la medida del gobierno nacional

Llaryora y Schiaretti los mayores responsables de la llegada de Milei al gobierno. Hoy no saben cómo actuar ante la arremetida del mechudo. (Foto: Ámbito).

CÓRDOBA (Especial para EL SOL ABC-Por Sole Avendaño). Todo estaba atado con cables y alambres. La irracionalidad que se metió en todas las venas de los cordobeses hoy está haciendo eclosión, pero ya es tarde para lágrimas.

Es necesario que la población, más precisamente la clase trabajadora vuelva a sus simientes y al orden mental para saber que el único espacio político que siempre defendió sus derechos, se llama Peronismo, aunque algunos quieran cambiar la vara y hablen “de corrupción, atraso, y cuántas yerbas más”, que les meten en las cabezas los medios dominantes al servicio precisamente de los enemigos de los cordobeses.

Y así sale Llaryora a tratar de “morigerar” su infantilidad de creer que el sirviente número uno de los fondos buitres iba a trabajar “para levantar a Córdoba de los negociados de Schiaretti (que ya hizo la guita gorda y ahora está mudito)”.

En Cadena3 salió, por ejemplo, Gabriel Bermúdez, secretario de Movilidad Urbana de la Municipalidad de Córdoba, para referirse casualmente a lo que le pasará al transporte urbano de la ciudad, por las medidas tomadas desde Casa Rosada.

“La Municipalidad de Córdoba cruzó al Gobierno nacional por la quita de los subsidios al transporte y advirtió que, sin los fondos, el boleto podría costar $ 1.111. El secretario de Movilidad Urbana, Gabriel Bermúdez, sostuvo que la medida ‘cayó como un balde de agua fría’ para la gestión municipal.

’’ ‘Es una medida que afecta al bolsillo de mucha gente. ¿Quién es la casta, los que toman los colectivos?’, cuestionó el funcionario en diálogo con Cadena 3”, aseveró la radio cordobesa.

Desde el ámbito de las organizaciones sociales ha comenzado a surgir el rumor, que “si no nos levantamos y producimos otro ‘Cordobazo’ como en los años 60, este sujeto provocará un daño irreparable en las clases populares y en el sistema en conjunto del entramado político, social y comercial de la Argentina. Lo han puesto para eso, para que destruya lo poco que veníamos construyendo como el gasoducto Néstor Kirchner, Vaca Muerta, las hidroeléctricas en Santa Cruz, los corredores bioceánicos en el NOA y NEA. En sí los grupos sionistas internacionales nos quieren dependientes por siempre de ellos y que no seamos competencia de sus negocios en el mundo”, aseveraron.