LA FELICIDAD EN EL CAMPO: el verdadero hombre rural hace su trabajo pese a los inconvenientes y no corta rutas ni evade impuestos

Gente de campo recorriendo el verde y respirando aire puro. Faltan cosas, pero hay otras que los habitantes de estos solares saben apreciar. (Foto: EL SOL ABC).

ANTA, Salta (Especial para EL SOL ABC-Por Luis Mendoza). Recorrer la amplia geografía de las provincias del NOA y NEA nos da a conocer cientos de historias, de hombres y mujeres que han afincado su felicidad viviendo y compartiendo con la Naturaleza con todos sus matices.

En todo este tiempo, especialmente los medios de Buenos Aires  —donde existe poca creatividad; se prenden de la agenda impuesta—  describen la situación de los patrones del campo, “como pésima y que con este Gobierno no se puede dialogar y así un sinnúmero de razones pocas lógicas, donde se ve un claro sesgo ideológico”. Pasó con la injusticia cometida contra Dolores Etchevehere en Entre Ríos y con el reciente paro agrario, sin pena ni gloria, por 72 horas, pero a fuerza de presiones y extorsiones se quiso convertir en otra “125”.

Un cultivo de alfa, que da sus buenos rendimientos por cinco años. (Foto: EL SOL ABC).

Todo eso llega al instante, pero no se habla de las miles de familias en el interior profundo de la Argentina. Algunos son arrendatarios, otros propietarios, los cuales trabajan en promedio entre unas 100 a 200 hectáreas, para el engorde sus animales, para la venta de sus hortalizas y legumbres en el Mercado Central de Buenos Aires. Algunos años con suerte y otros no tanto, por las sequías, por las heladas o las inundaciones. A todas estas vicisitudes de la vida le hacen frente, con lo mejor que les ha dato Tata Dios, que es perseverancia, coraje y honestidad. Y así sobreviven sin quejarse, sin cortar rutas, haciendo lo que hay que hacer por la Argentina. La misma de la que hablan los sojeros de Reconquista, San Lorenzo y Arequito en Santa Fe y los de Cruz del Eje, Río Cuarto, Bell Ville en Córdoba, sólo para nombrar a algunos. O en algunas localidades del departamento Anta, Metán o Rosario de la Frontera en la provincia de Salta.

Varias familias afincadas en Talamuyo, departamento de Anta, pese al fuerte calor viven de su producción agrícola. (Foto: EL SOL ABC).
El horno familiar para hacer pan, cocer un cabrito o un lechoncito, o alguna carne vacuna. Todo al alcance de la mano. (Foto: EL SOL ABC).
Esta vez pintó un lechoncito, que se preparó mientras el horno se calentaba. (Foto: EL SOL ABC).

Es que el verdadero argentino, el criollo o el aborigen, han nacido para convivir con la Naturaleza y sacar provecho hasta dónde se pueda de los recursos para sobrevivir. Los otros han nacido para vivir de la Naturaleza. Y son estos los que más enarbolan la Enseña Patria cuando de reclamar se trata. Allí en esos conceptos, que son “vivir” y “convivir”, se encierra toda esta “grieta” que muchos no quieren reconocer.

Por ello, será muy importante para todo el país, el afianzamiento y consolidación del Proyecto del Norte Grande, que hará que estos desequilibrios entre los patrones y los pequeños productores encuentren otras soluciones, otra agenda más realista y consustanciada con la vida de todos estos pueblos. Que no quede como lo fue el Proyecto Belgrano Norte prometido por Mauricio Macri y que en cuatro años sólo tenía una oficina, pero sin funcionar.