¿La asesina del joven Villafañe estaría ligada al narcotráfico?

Esta es la matadora del joven ledesmense saliendo del Ministerio Público de la Acusación, donde fue a declarar. Dijo que "sólo fue un accidente. Y que no sabe dónde está el celular". (Foto: El Tribuno de Jujuy).

SAN SALVADOR DE JUJUY (Especial-EL SOL ABC). La matadora del joven ledesmense José María Villafañe, detenida, Magalí Quiroga Sanz, con domicilio en B° Alto Comedero de esta ciudad, según aparecen nuevos datos que ayuden a entender tan inexplicable crimen, tenía un alto estándar de vida para su sueldo como secretaria de una legisladora en la Cámara de Diputados de la Provincia.

Y hacia allí apuntan los nuevos indicios de la investigación, que creen encontrar en estos datos aportados por amigos y familiares del entorno de la joven mujer. De la noche a la mañana apareció como dueña de varias propiedades, además de varios vehículos, entre ellos una camioneta 4×4, donde dicen se produjo el desenlace del crimen en la madrugada del domingo 3 pasado.

Según testimonios recabados por los investigadores policiales, Quiroga Sanz “gana unos 30 mil pesos, con los cuales es muy difícil que pueda adquirir todos los bienes que tiene en tan poco tiempo”. Además, era una mujer que “por el dinero era capaz de hacer cualquier cosa”, dicen otros.

Atando cabos, los sabuesos policiales creen que la “discusión sobrevino con la víctima, cuando ésta le habría conminado a que le cuente la verdad de ‘dónde saca la plata’ para hacer tantas inversiones, como la compra de una casa en los últimos meses. Y con la discusión subiendo de tono, el joven Villafañe le habría insinuado denunciarla a la Justicia por su ligazón con el mundo del narcotráfico”. Este motivo habría sido el acabose, para que la mujer “presa de un ataque de nervios” disparara contra el joven. Ocasionándole la muerte casi instantánea y con voladura de masa encefálica, ya que el arma es de grueso calibre.

Por ello desde la familia insisten, con un nuevo abogado defensor, llegar hasta las últimas consecuencias, ya que aducen que “mi hijo no sabía de armas; era muy cándido en ese aspecto y más le gustaba la música, tanto que había sido parte de un conjunto folclórico junto a sus hermanos en Libertador”.

 

Buscando pistas

Para los investigadores, la clave es “hacerle un rastreo de sus viajes a Bolivia y a Paraguay, el listado de las últimas adquisiciones de bienes, el movimiento de sus tarjetas de crédito y por supuesto el celular, que de no aparecer se podría pedir a las compañías telefónicas existentes hacer un rastreo de todas las llamadas o mensajes de Whatssap de la acusada, aun sin el celular, porque las compañías tienen el backup de cada uno de los celulares en sus archivos”. Allí se podría encontrar unas de las claves del tremendo desenlace luctuoso para la familia Villafañe.

Mientras tanto, ayer la acusada fue citada declarar a la sede la Fiscalía Penal, a cargo de Diego Cussel, y donde volvió a reiterar que “se trató de un accidente”. Lo que nadie entiende, “si es que fue un accidente, cómo una persona con sus cinco sentidos, puede manipular un arma de tan alto calibre en un espacio reducido sabiendo que cualquier cosa puede pasar”. Esa es la parte que no entienden los investigadores. Y la última: ¿por qué se protegía con un arma de grueso calibre la mujer victimaria? ¿Temía algo? Son las consideraciones que se hacen los agentes policiales.